El Viernes Santo llenó de devoción las calles de Huesca con la Solemne Procesión del Santo Entierro. Antes, cientos de personas asistieron a la concentración de bandas de tambores y cornetas en la Plaza Luis López Allué y al desfile de romanos entre la Plaza de la Catedral y la de Santo Domingo. También acudieron a adorar al Cristo Yacente en la iglesia de santo Domingo y san Martín y a la exposición de los grupos escultóricos participantes en la procesión.
Con la participación de todas las cofradías y grupos procesionales, partía de la iglesia de santo Domingo y san Martín y continuaba por Coso Bajo, Ramiro el Monje, Plaza de San Pedro, calle San Salvador, Plaza Arista, Las Cortes, Plaza de la Catedral, calle Santiago, Pedro IV, Plaza Lizana, Coso Alto, calle Moya, Plaza López Allué, calle Cuatro Reyes, Goya, Coso Bajo y regreso a la Plaza de Santo Domingo.
Procesionaron los equites, la gran cruz iluminada que portaba la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno; los ministriles, el coro de sibilas, el grupo escultórico de la Entrada de Jesús en Jerusalén acompañado del coro de hebreos y personajes del Antiguo Testamento; el Cenáculo, la Oración del Huerto, el Prendimiento, el Cristo de la Columna, la Flagelación, la Coronación de Espinas, el Santo Cristo de los Gitanos, el Ecce Homo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, la Caída de Jesús en la Calle de la Amargura, los penitentes, la guardia pretoriana de soldados romanos, la Verónica, la Enclavación, las Siete Palabras, el Calvario, el Santo Cristo de la Esperanza, el Cristo del Perdón, La Dolorosa acompañada por las Manolas, el Descendimiento, la Piedad de la Virgen, el pebetero de incienso, el Cristo Yacente y, por último, el Terno en la iglesia de santo Domingo y san Martín presidido por su párroco y prior de la Archicofradía de la Santísima Vera Cruz, Fernando Altemir.
