El Museo Diocesano de Barbastro-Monzón ha presentado la programación de actividades para el segundo semestre del año que, de hecho, comenzaron el pasado martes con la conferencia del presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, Domingo Buesa, sobre vírgenes románicas. Más conferencias, jornadas formativas y talleres, actividades infantiles o nuevas incorporaciones a la colección salpican la programación, en la que destacan dos nombres propios, Velázquez e Isabel Guerra, cuyas obras llegarán a este espacio en el mes de septiembre.
En noviembre, y tras un cierre programado, el Museo reabrirá su puertas con un renovado y completo discurso expositivo en el que se integrará una selección de las obras de las 44 parroquias aragonesas que desde hace unos meses regresaron a su diócesis. El director del Museo y delegado de Patrimonio, Ángel Noguero, ha explicado el proceso de aclimatación y estudio de las 111 obras de arte, así como el análisis de las que se incorporarán a la exposición. “Cuando se inauguró el Museo ya se señalaron algunos espacios”, recordó, adelantando que no todas se mostrarán al mismo tiempo pero que el próximo año algunas se podrán ver en exposiciones temporales.
“Desde que nació esta colección hemos ido incorporando piezas, como haremos con la santa Bárbara de Azanuy, y también retiramos otras. Es la práctica habitual de las colecciones. Pero para nosotros todas son importantes porque todas las piezas nos cuentan algo”, ha añadido la subdirectora, María Puértolas. En la actualidad, ha explicado, y con el apoyo de la Asociación de Amigos del Museo, se están construyendo los soportes y vitrinas más adecuadas para cada una de ellas.
Velázquez e Isabel Guerra, en septiembre
El 3 de septiembre, este espacio contará con una pieza invitada muy especial, una de las tres versiones que se conocen de Los tres músicos de Velázquez y su taller. Esta magnífica obra procede de la colección particular Arthispania, de Barcelona, que se conformó en los años 60. Se trata de una pieza en estudio, muy interesante, que normalmente no está expuesta y que podrá verse durante seis meses en el Diocesano.
Pero sin duda la exposición temporal más destacada de la última década del Museo es la muestra de pintura de Isabel Guerra, compuesta por una treintena de piezas que la artista cede temporalmente y de manera extraordinaria. La inauguración será el 10 de septiembre y las obras podrán disfrutarse en las salas de la colección permanente del Museo hasta el próximo 7 de noviembre. Esta exposición es muy especial por varias razones, ha explicado la subdirectora, María Puértolas. En primer lugar, por la propia artista, “un talento creativo, conocida como la pintora de la luz”. Y la segunda, “porque en ella estuvo trabajando nuestro querido don Alfonso Milián, obispo que precedió a don Ángel en la sede episcopal, y que falleció a finales del año pasado. Su pintura y las de los obispos Omella y Echevarría se expondrán también mientras dure la muestra”.
“Esta es una diócesis pequeña con un gran Museo”, ha afirmado como resumen Ángel Noguero, quien se ha referido a unas palabras del profesor Buesa. “Me permitiréis que cite a Domingo Buesa cuando dice que `venir a este Museo es un auténtico ejercicio de identidad. Este Museo es un símbolo de la identidad aragonesa, de nuestra dimensión como pueblo, nuestra leyenda, tradición y legado patrimonial´”. Al mismo tiempo, ha agradecido el apoyo a las administraciones, especialmente a la Diputación Provincial de Huesca, Ayuntamiento de Barbastro y Gobierno de Aragón, así como a las empresas que como mecenas apoyan la labor de Museo.