El pasado día 2 de octubre, nuestra Manos Unidas celebró, en el patio del Obispado, la tradicional Cena del Hambre, que por segundo año consecutivo tuvo lugar en esta época del año, ya que anteriormente se celebraba coincidiendo con la presentación de la Campaña del Hambre en febrero.
Una cena sencilla y solidaria, un gesto para romper el círculo del hambre, la pobreza y la desigualdad, que cada día sufren millones de personas que son nuestros hermanos.
Este año nuestra Manos Unidas tiene tres proyectos:
En la Habana (Cuba) con la implementación de comedores de ancianos que garanticen una nutrición adecuada de los mayores. Los beneficiarios directos son 2.880 ancianos que recibirán alimentación a lo largo de los 12 meses de duración para revertir su situación de desnutrición que padecen y en un contexto donde es imprescindible la ayuda humanitaria. El importe del proyecto es 48.418 euros.
El segundo se desarrolla en 15 aldeas de Koraput, en Odisha, al noreste de la India. Se trata de un proyecto con el objetivo de aumentar la seguridad alimentaria y nutricional de las comunidades mediante una agricultura resiliente. El importe del proyecto 58.845 euros.
El último proyecto se sitúa en las aldeas de Ilolangulo y Ndono de Tanzania. Un proyecto para conseguir agua potable durante la época de sequía, ya que el agua que pueden recoger de los pozos superficiales contiene barro, está contaminada y tiene muchos minerales, provocando enfermedades, con los consiguientes problemas que estas acarrean. El importe del proyecto es 48.659 euros.
La Cena del Hambre contó con mucha participación, y desde nuestra delegación de Manos Unidas su presidenta, Alicia Esparza, quiere agradecer a todos los que han colaborado tanto en la organización como con sus donativos.
