Estamos comenzando un nuevo curso pastoral. Las líneas estratégicas que VITA nos planteaba el curso pasado, fruto de un primer momento de escucha a la luz de la fase diocesana del Sínodo, se han visto enriquecidas con las aportaciones de todos y con el trabajo de la Vicaría de Pastoral. Al lema general de VITA ‘He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia’ (Jn 10,10), se le suma para este curso 2023-2024 el lema ‘Renovados para anunciar’.
Se trata en definitiva de revitalizar la vida de nuestras parroquias desde una vivencia plena de nuestro bautismo para plantear una pastoral de anuncio misionero. Para ello es importante que los consejos pastorales crezcan como espacios de comunión y corresponsabilidad para que realmente sean un motor de conversión misionera. Este reto debe iluminar también, lógicamente, el inmenso trabajo de las delegaciones, movimientos, cofradías… que desarrollan también líneas más específicas.
Durante este curso tendremos pues dos líneas de trabajo para todos: renovarnos y anunciar. Para profundizar en la renovación se van a proponer de septiembre a octubre algunas jornadas de trabajo sobre el Plan Vita, con sacerdotes y laicos, de cara a facilitar la labor de planificación y programación de cada comunidad. De octubre a diciembre, se plantea realizar una reflexión común sobre la conversión pastoral de la parroquia, con la propuesta de unos materiales que permitan realizar un necesario discernimiento comunitario que mueva a la revitalización y fortalecimiento de nuestras comunidades.
La segunda línea, anunciar, se concentrará en profundizar sobre el reto del primer anuncio. Con tal fin, a lo largo del curso hay una serie de eventos que nos pueden ayudar. El primero será el encuentro del laicado de Aragón sobre el primer anuncio, el 25 de noviembre, con el fin de intercambiar experiencias y sustanciar caminos que nos lleven a animar a todas las comunidades y a los fieles a fomentarlo. A su vez, se preparará el Congreso Nacional sobre el primer anuncio que tendrá lugar en el mes de febrero. Después de estos dos importantes eventos, tendremos la oportunidad de discernir en nuestras comunidades sobre este tema. Todo este esfuerzo desembocaría en un encuentro diocesano sobre el primer anuncio que se celebraría el 17 de mayo en nuestra diócesis.
Ante todos estos retos, estoy convencido del gran potencial humano y pastoral de nuestra Archidiócesis que nos ayudará a concretar respuestas. Para llevarlas adelante, pidamos la fuerza del Espíritu, abrámonos a su gracia, Él nos precede, Él nos capacita. A los pies de nuestra Madre del Pilar pongo este curso pastoral 2023- 2024 pidiéndole que sea para nosotros faro esplendente que nos lleve a Cristo, luz del mundo.