Del 12 al 18 de agosto tuvo lugar el primer campamento diocesano de Familias impulsado por la delegación de Pastoral Familiar en Acra Leuce (Montalbán, Teruel). En él varias familias de la diócesis han podido disfrutar de unos días rodeados de naturaleza, asentados en tiendas de campaña, realizando excursiones y actividades, todo ello en clave de desconexión digital y ambiente cristiano. El sacerdote diocesano Galo Oria ha acompañado a las familias en el día a día del campamento y especialmente a través de la oración de la mañana y la misa diaria.
Así nos cuenta Ester, una madre de familia que ha vivido en primera persona este campamento junto a su familia, en qué ha consistido y cuales han sido sus impresiones:
«Cada día comenzaba con la oración de la mañana en la que Galo incluía pequeñas escenas de la vida de san Ignacio de Loyola, teatralizadas en cada ocasión por diferentes pequeños del campamento. Después, tocaba desayunar «a mesa puesta» gracias a las familias del campamento a las que ese día les tocaba servir. Cada día dos familias se encargaban de los servicios que consistían en poner la mesa, recogerla, servir la comida, limpiar baños y cocina. ¡Una maravilla servir y comprobar cómo nuestros hijos se implicaban con afán!
El equipo de matrimonios organizador del campamento había dispuesto de dos a tres actividades al día, una por la mañana y otra por la tarde y, en ocasiones, alguna nocturna. Estas consistieron en una gymkana familiar, un Rommel and Montgomery, unos juegos del hambre, un taller de voleyball, un testimonio del matrimonio coordinador de Proyecto Amor Conyugal de Zaragoza y varias excursiones por los alrededores. Además, un par de noches tuvimos un cineforum muy interesante sobre la película ‘Blade runner’. Estas actividades se propusieron con libertad, pero en general tuvieron una participación muy alta ya que nos ayudaban a convivir entre nosotros y por otro lado, respetaban el suficiente tiempo libre familiar para organizarnos como quisiéramos.
El día concluía con misa, cena, actividad y/o tertulia de padres. Un gozo de semana que esperamos volver a vivir el próximo verano. Lo mejor sin duda de este campamento fue el buen ambiente que se generó entre las familias, especialmente entre nuestros hijos. Qué importante que se propongan estos espacios para las familias de la Archidiócesis que desean para sus hijos entornos sanos y cristianos donde vivir de forma natural valores como el esfuerzo, el servicio, el respeto, o la amistad ¡Gracias a la pastoral Familiar por hacerlo posible!»
