Con motivo de la celebración del Domund, el próximo domingo, 20 de octubre, ayer jueves, 17 de octubre, la capilla de San Andrés de la S.I Catedral de Tarazona acogió los testimonios misioneros de Jesús Moreno, sacerdote diocesano que estuvo más de diez años en Cochabamba, de Pilar Vázquez, cuya hermana Charo es misionera en Ghana, y la hna. María Jesús Sanjuán, misionera durante más de veinte años en Colombia y en Venezuela.
Los tres dejaron patente lo importante que es ser misionero pero, sobre todo, destacaron la huella que deja desempeñar esa labor e incidieron en que se puede ser misionero en cualquier parte, si bien siguen siendo necesarios los misioneros para ayudar en los países que no tienen nada porque «nosotros tenemos todo». Cada uno, desde su punto de vista, dejaron patente que ser misionero «engancha» y que se sigue siéndolo toda la vida.
El acto se cerró con unas palabras del obispo, Mons. Eusebio Hernández Sola, quien agradeció los tres testimonios. D. Eusebio también habló de su temprana vocación misionera, aunque al final no se materializó.
El obispo de Tarazona, que ha regresado recientemente de un viaje a China, destacó el gran trabajo que hacen los misioneros y tuvo unas palabras de recuerdo para el sacerdote diocesano Esteban Aranaz que se encuentra en China y del que contó es el único sacerdote autorizado para dar misa en castellano, y solo a hispanoparlantes, en el país asiático. También se refirió al dominico Fernando Sáinz Morales, turiasonense, primer misionero católico en Taiwán, país que también tuvo ocasión de visitar.