Estas semanas vivimos en algunas de nuestras parroquias diocesanas días de despedidas de algunos de nuestros sacerdotes y de bienvenidas a los nuevos párrocos.
A veces resulta especialmente difícil despedirse de nuestro sacerdote que durante tantos años nos ha guiado pastoralmente y con el cual hemos creado importantes vínculos personales.
El domingo tuvimos varias tomas de posesión en algunas parroquias de nuestra diócesis.
A las once de la mañana en la parroquia de San León tomó posesión José María Simón.
Blas Sanz lo tomó posesión de San Andrés y por la tarde, a las siete, también en El Salvador.
Y Julio Marín, también el domingo, tomó posesión de San Julián.
Desde aquí deseamos a todos un feliz cambio y que las parroquias acojan con todo ese cariño a sus nuevos sacerdotes que continuarán con el mismo esfuerzo y dedicación sus labores pastorales.