Del 12 al 15 de marzo, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazarenos de Barbastro ha celebrado el solemne Triduo en Honor a su titular, en la iglesia de San Francisco de Asís. El sábado, los cofrades participaron en la misa de difuntos, que celebró el sacerdote de la Unidad Pastoral Juan José Herrera. La tarde incluyó la imposición de medallas a los nuevos cofrades y homenaje al Nazareno de Honor, que ha recaído en Carlos Mozas Muro, jefe de paso de La Verónica.
Mozas recogió la distinción como Nazareno de Honor, un reconocimiento «que posee desde el primer día en que se instauró este galardón. Carlos, pese a los sinsabores, colaborando en todo, se ha mantenido fiel a La Verónica y sigue demostrando que tiene a la Cofradía por encima de todo», señala la cofradía. A ella está vinculado desde hace «cinco décadas de compromiso inquebrantable. Su disposición silenciosa y su esfuerzo incansable ha dejado huella, cuidando que cada detalle de la procesión se lleve a cabo con solemnidad y respeto, y fortaleciendo la hermandad, como le inculcaron en su familia desde pequeño y que él ha transmitido, forjando esa tradición que es capaz de pasar de generación en generación. Ejemplo de dedicación sin recompensa, movido por una devoción reflejada en lo que significa la Verónica: trabajo incansable, cuidado calmado, preocupación constante y refugio para los que tiene a su lado».
El acto de reverencia a Nuestro Padre Jesús Nazareno cerró la celebración de una cofradía que vive este año el 75 aniversario del paso de La Verónica y el 25 aniversario de la Procesión del Santo Encuentro, que recorre las calles de la ciudad cada Miércoles Santo.