Durante estos dos últimos meses la delegación del Encuentro, en su acción pastoral, nos ha acercado, en clave de una fe encarnada en la vida, a la realidad de la pobreza y de las personas empobrecidas. La hemos visto y oído, hemos sido conscientes de ella, nos hemos formado un poco más y hemos conocido algunas de las acciones que la Iglesia diocesana lleva a cabo para transformar esa realidad y que son, sin duda, signos de resurrección.
Toca ahora llevar todo esto a la oración, ponernos a la escucha de la Palabra para dar un sí definitivo a ser TESTIGOS DE ESPERANZA en nuestra vida cotidiana. Para ello os facilitamos este material, con el que orar individualmente o en vuestros grupos o parroquias.
+ Canciones
Hoy día, cada uno de nosotros somos los enviados de Dios para hacerlo visible. Quiere hablar con nuestros labios, actuar con nuestras manos, que seamos sus ojos y su calor entre quienes más sufren. Sumemos nuestra voz a la de los pobres en sus causas, escuchémosles, luchemos con ellos para cambiar las estructuras injustas… Y con el Resucitado caminando siempre junto a nosotros