Una vez nombrados los nuevos vicarios episcopales para ayudar al obispo en su tarea pastoral, nos disponemos a realizarles una entrevista para conocer más a fondo el trabajo que van a realizar. En primer lugar es Rubén Ruiz, vicario episcopal de la Vicaría I, quien responde a nuestras preguntas.
¿Cómo se siente ante el nombramiento?
Este nombramiento lo he recibido con gratitud, ilusión y con cierto vértigo. Gratitud a nuestro arzobispo don Carlos por la confianza que supone, con vértigo porque no sé si estaré a la altura de esta nueva responsabilidad aunque lo intentaré con todas mis fuerzas, claro. Y con ilusión porque ésta creo que no debe faltar nunca en nuestra vida.
Es cierto que será un servicio más visible y con responsabilidades nuevas, pero no deja de ser un servicio en la Iglesia tan valioso como el que desempeñan todos nuestros hermanos sacerdotes, religiosos y laicos en la comunidad cristiana. No modifica nuestra identidad sacerdotal, prestaremos este servicio durante un tiempo y luego lo harán otros hermanos.
¿Qué características definen su vicaría?
La Vicaría I comprende gran parte del centro de la ciudad de Zaragoza, desde las Catedrales del Salvador y el Pilar hasta los barrios nuevos del sur de la ciudad (Valdespartera, Arco Sur…). Un total de 23 parroquias, unos cuantos colegios concertados y otras realidades diocesanas muy importantes. Es una realidad diversa (gente mayor en la zona centro, gente muy joven en el sur, Cofradías, Universidad, Colegios, Parroquias,…) que presenta necesidades distintas a las que tendremos que hacer frente.
¿De qué manera va a afrontar su nuevo cargo?
Ninguno de los sacerdotes que hemos asumido esta responsabilidad partimos de cero. Continuamos la buena tarea ya realizada por los hermanos que han sido vicarios hasta ahora. En esta Vicaría, la tarea realizada por Santi. Tengo el mejor equipo: un montón de buenos sacerdotes y religiosos trabajando día a día con ilusión y empeño en las 23 parroquias, colegios, y realidades diocesanas de la Vicaría. Un buen número de laicos comprometidos con la tarea pastoral en las Parroquias son igualmente claves en la misión.
El proyecto que tenemos es el Evangelio: seguir ilusionando con la Buena Noticia a los de casa, pero también a los alejados y a los ausentes. Para ello nos pondremos en sintonía con el nuevo proyecto diocesano que, a partir de septiembre, se pondrá en marcha. El trabajo con los jóvenes, las familias cristianas y todo lo que suponen los distintos procesos catequéticos será prioritario. También tendremos que ser audaces y creativos e intentar llegar a los que hasta ahora no han descubierto al Señor. Somos todos discípulos de Jesús, formamos un gran equipo, ¡ánimo!