Desde este mes de marzo, la Misión diocesana en Cochabamba cuenta con el trabajo pastoral del sacerdote Vicente Patzán, párroco de Malón, Vierlas y Cunchillos desde 2016 y, desde hace unos meses, de la de El Buste. Ahora inicia una nueva labor pastoral en la que confía «dar lo que tenga que dar». El sacerdote Prosper Mbabazi regresa a la Diócesis de Tarazona tras más de tres años en Cochabamba.
– ¿Cómo ha sido ser párroco de Malón, Vierlas y Cunchillos?
Desde septiembre del año 2016 me encargaron las tres parroquias siendo aún diácono y el 30 de octubre, el mismo día de la ordenación, ya me nombraron párroco de los tres pueblos. Estos años han sido inolvidables en todos los sentidos y he aprendido mucho. Esos momentos nunca se olvidan. He conocido las costumbres de los pueblos y en ellos he tenido mis primeras experiencias como párroco. He estado muy a gusto con todos los vecinos porque de ellos he aprendido, a todos ellos les tengo cariño, y los llevaré en el corazón y, como algunos me han recalcado, mi intención es no olvidarme de ellos.
– ¿Qué es lo que le ha movido para irse a Cochabamba?
Lo que me ha motivado a aceptar la propuesta de nuestro obispo, D. Eusebio, de ir a Cochabamba, es la misma que me motivó a decir sí al sacerdocio. Esto implica dejar todo para seguir la llamada al servicio, el camino que he querido seguir desde siempre.
– ¿Qué cree que puede aportar allí?
Yo creo que en todas partes siempre tenemos mucho o poco que aportar. Cada persona siempre tiene algo que dar. Y en la misión que me han encomendado quisiera aportar lo que la gente en realidad necesita, y para eso es necesario conocer primero a las personas, conocer sus necesidades y, a partir de ahí, dar lo que haya que dar a la luz de nuestra fe.
– Es un sacerdote muy comprometido, voluntario de Cáritas ¿cree que le va a servir esta experiencia en su próximo destino?
Por supuesto que sí, que me va a servir de mucho la experiencia que he tenido en Cáritas. En la misión será diferente que aquí, pero es lo mismo en cuanto a la caridad.
– Va a llegar en un momento complicado debido a la pandemia en un país con pocos recursos. ¿Cómo lo afronta?
Sí, lógicamente en estos momentos casi en todo el mundo hay mucha necesidad de ayudar a los más pobres. Si aquí en España ha aumentado el número de gente que pide ayuda, no digamos en los países más necesitados.
Quiero señalar que no estoy solo en esta tarea, puesto que la misión es de todos, de toda la Diócesis de Tarazona. Por eso quiero invitar a toda la gente a que sigan colaborando con Cochabamba y también a colaborar en cualquier otra misión que consideren necesaria.