La ermita de San Gervasio y San Protasio de la localidad de Villahermosa del Campo abrió de nuevo sus puertas después de 27 años cerrada. El edificio, barroco del siglo XVIII y construido por el maestro de obras darocense Pedro Campos, fue clausurado por motivos de seguridad y, después de unas obras de rehabilitación, vuelve a lucir con motivo de las fiestas de los santos que le dan nombre.
Las obras de rehabilitación han consistido en reforzar las columnas y acondicionar la estructura principal, entre otras actuaciones. La intervención ha sido posible gracias a la inversión del FITE; al convenio entre la Diputación de Teruel, el Obispado de Teruel e IberCaja; y a los fondos aportados por el Ayuntamiento de Villahermosa del Campo. La cuantía total de las últimas obras asciende a 150.000 euros.
La ermita de los santos Gervasio y Protasio es un edificio con tres naves que conserva un retablo del siglo XVI y varios barrocos. Los santos fueron dos hermanos mellizos milaneses venerados por haber sido mártires de la cristiandad, a quienes se les atribuían propiedades curativas para las hernias.