La crisis de la covid, unida ahora a la de la inflación y el precio de la energía hace que 2,5 de cada 10 familias en Teruel hayan pasado de dedicar 60 de cada 100 euros que ingresan a alimentación y vivienda a tener que utilizar para ello más de 80 euros.
Este fue uno de los datos que destacó el pasado martes en la sede de Cáritas en Teruel Raúl Flores, coordinador de estudios de Cáritas y secretario técnico del informe Foessa que presentó los últimos datos de este estudio que analiza la situación en el país, dentro de la programación que esta entidad ha organizado en Teruel con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres.
El investigador que la crisis se intensifica en las familias con hijos lo que demuestra que hay “una protección insuficiente a la crianza” y a la etapa de la infancia y la adolescencia. “Las familias con hijos tienen más gastos, muchas veces tiene menos ingresos y son las que más están sufriendo las dos últimas crisis”.
El segundo reto que hay que abordar según este investigador es el de la vivienda. “La vivienda se ha convertido en un pozo sin fondo”, aseguró y detalló que a poco que sube un poco el salario mínimo interprofesional o suben las prestaciones sociales, sube también la vivienda.
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