El pasado 28 de septiembre la Archidiócesis de Zaragoza vivió una jornada de inicio de curso bajo el lema «Asamblea de llamados para la misión». En ella reflexionamos junto al ponente, Paco Castro, sobre la parroquia como comunidad de discípulos misioneros. Asimismo, todas las vicarías trabajaron en grupo para establecer acciones concretas en las que trabajar durante este curso.
El Arzobispo de Zaragoza, D. Carlos Escribano, al comienzo de su discurso de bienvenida, echó la vista atrás para recordar todo el camino vivido desde que arrancó el actual plan pastoral VITA. Aludió al Sínodo y a todo ese trabajo conjunto de reflexión sobre la sinodalidad en la Iglesia a nivel diocesano que sirvió para tener un punto de partida y unos objetivos claros que dieran forma al plan VITA. Se vislumbró entonces la necesidad de adaptar nuestro mensaje a los distintos públicos: presentes, ausentes y alejados, y se empezó a hablar de las cinco diócesis, es decir, de las cinco realidades diferenciadas que componen nuestra archidiócesis: las parroquias del centro históricas de Zaragoza, las parroquias de barrio, las del cinturón, las de los pueblos grandes y las de los pueblos pequeños.
Esta realidad, señaló el Arzobispo, es la que determinó configurar un plan diocesano abierto y compuesto por ocho líneas estratégicas que marcan un camino. Este plan, vivo como nuestra Iglesia, evolucionó para aterrizar de una forma más concreta, facilitando objetivos. Ahora se concreta todavía más: “Este año lo que se propone es que tú programes teniendo en cuenta dónde te encuentras y a dónde quieres llevar tu estrategia de evangelización. El lema recoge muy bien la concepción: asamblea (estamos juntos) de llamados (una vocación que hay que desarrollar) para la misión (somos misioneros).
A continuación, entró en escena el equipo de la Vicaría de Pastoral para explicar el plan VITA 2024-25. El vicario de pastoral, Sergio Pérez, habló de los tres momentos eclesiales que nos van a acompañar este año: el Sínodo, el Jubileo y el Congreso de las Vocaciones del próximo mes de febrero 2025. “El sínodo nos ha ayudado a ser conscientes de que estamos llamados a caminar juntos para lanzarnos a la misión, nuestro plan VITA responde a este momento que está viviendo también la Iglesia. Por su parte, el Jubileo 2025 quiere que seamos testigos de esperanza, poner a Jesucristo en el centro, que es nuestra única esperanza. El Jubileo es una línea transversal que nos va a ayudar con el plan pastoral. Se trabajará en tres niveles. La CEE preparará materiales y dinámicas que las diócesis podrán ir acogiendo y también nos invita a vivir la dimensión social del Jubileo viviendo la denuncia de la trata de personas, sensibilizando sobre la dignidad de las personas. En Aragón, el CRETA ha programado varias conferencias sobre el Jubileo, las delegaciones de Catequesis de Aragón han elaborado el libro de formación del catequista fundamentada en la Spe salvi de Benedicto XVI, y las delegaciones de Patrimonio también plantearán una propuesta en los museos diocesanos. Y en un tercer nivel, se anima a que cada cristiano, de forma particular, pueda llevar a cabo iniciativas con creatividad.
Acto seguido, Raquel Martínez, coordinadora de la Vicaría de pastoral, recordó cómo octubre de 2021 fue un momento de arranque de nuestro plan pastoral: «Se presentó el logo, el lema («He venido para que tengan vida y vida en abundancia»), nos pusimos en marcha con el Sínodo, en clave de caminar juntos, y cuya síntesis diocesana presentada en mayo de 2022 nos permitió tener esa hoja de ruta para avanzar con el plan pastoral. En el 22-23 lanzamos las ocho líneas estratégicas, presentadas como una herramienta de trabajo, teniendo muy presente el público al que queremos llegar. En el año 23-24, con el lema «Renovados para anunciar», vivimos el Encuentro regional de laicos, lanzamos el espacio de acompañamiento Horeb, se renovaron los estatutos de los consejos parroquiales y terminamos con una Jornada de pentecostés. Hemos ido dando pasos y todavia seguimos trabajando para que VITA sea útil para todas las parroquias y comunidades de la diócesis. Es un reto que las parroquias puedan renovarse, para que sean comunidad de discípulos misioneros”.
Por su parte, Jorge Ambel, sacerdote redentorista recientemente incorporado a esta vicaría, puso el énfasis en tres momentos que nos van a ayudar a idear acciones para hacer realidad el lema ‘Asamblea de llamados para la misión’: “En primer lugar, la jornada de hoy nos va a ayudar a profundizar en nuestra dimensión de asamblea, en las pequeñas comunidades de fe y vida en nuestras parroquias, pequeñas asambleas para profundizar en su ser misionero. El segundo punto del lema, la vocación que recibimos el día de nuestro bautismo, lo viviremos participando como diócesis en el encuentro de las vocaciones de Madrid. También habrá uno diocesano, en el que se trabajará por sectores -vida consagrada, sacerdotes, laicos-, culminando en un evento diocesano. Y la última parte del lema, la misión, será la protagonista de la jornada diocesana Pentecostés que celebraremos en junio. También puso sobre la mesa “Fides lab”, un equipo de trabajo de la Archidiócesis al servicio de las parroquias que demanden ayuda para la conversión pastoral de su comunidad.
Una vez concluida esta parte de la presentación, que contó con la participación en directo de la artista Marta Sanz, dibujando en tiempo real las palabras clave del plan de este curso, la presentadora del acto, Carmen de Miguel dio paso a Paco Castro, sacerdote de la diócesis de Málaga y autor del libro “La parroquia, comunidad de discípulos misioneros”. Precisamente, de este tema habló durante su discurso. Castro partió del análisis de una realidad: “La parroquia está en crisis y las crisis duelen. En palabras de sociólogos se habla de la exculturación del catolicismo, del fin del programa institucional o del ocaso de civilización parroquial”. Sin embargo, incidió en que con esa sensación de derrota no vamos a ningún lado, salvo a los demonios del derrotismo: desilusión, apatía, agotamiento, oposición… Como reacción a esta situación, Castro observa que han surgido dos corrientes extremas. Por un lado, una actitud de repliegue, la de la “opción benedictina” que busca hacer de la Iglesia un pequeño oasis, donde nosotros nos entendamos y nos retroalimentemos. El otro polo es el de los que proponen una iglesia líquida, donde se capee el temporal, renunciando a aspectos inclaudicables de nuestra fe. Castro afirma que estas dos opciones descartan la parroquia. También señala que no hay recetas mágicas y que hacer de la parroquia una comunidad viva es una responsabilidad de todos. El ponente señaló que la parroquia puede ser concebida como una institución que expide sacramentos, documentos y celebra las misas a sus horas o como una verdadera comunidad, recordando que esta vivencia de la fe forma parte de la identidad del cristiana: “La parroquia es el crisol de la comunión”.
Después de la ponencia de Paco Castro, este respondió a varias preguntas que formularon distintas personas del público asistente. En ella se exteriorizaron dudas, preocupaciones e inquietudes relacionadas con el día a día de una parroquia que quiere buscar esa transformación pastoral. Entre las respuestas de Paco Castro destacaron estos consejos y afirmaciones: “que cada uno haga lo que pueda pero que haga algo; una parroquia cerrada no sirve; habrá que estar cerca de las personas necesitadas; la labor evangelizadora comienza por el cura, que es el catalizador de la comunidad cristiana, es al que le toca prender la chispa de inicio, por eso Jesús mandó a sus apóstoles, la Iglesia nació apostólica. Cuidemos a los curas que tienen esta misión”.
Tras esta primera parte de la jornada, tocó media hora de descanso. A la vuelta, cada vicaría se reunió por grupos para trabajar sobre distintas acciones concretas relacionadas con los tres conceptos del lema: asamblea, llamados y misión. Respecto a la “asamblea” las distintas vicarías eligieron “formación”, “acompañamiento”, “Grupos Vita” y “comunidad”. En lo que se refiere a “llamados” las vicarías I, II, III y VI eligieron “familia” y la IV y V, “jóvenes”. La unanimidad llegó con el tercer concepto, “misión”, para el que todas las vicarías escogieron trabajar el “primer anuncio”.
Esta actividad, para la que se utilizó la herramienta online «Mentimeter» sirvió para dinamizar las aportaciones de todos los miembros de las vicarías y para reforzar al idea de que todos somos responsables de esta conversión comunitaria y misionera de la parroquia. A partir de aquí quedan definidas ya las líneas de trabajo de cada vicaría y la ilusión de trabajar por hacerlo posible.
Pacto Castro cerró esta jornada tan fructífera con un cante flamenco animándonos a dejar en manos del Espíritu Santo esta misión diocesana.
3 respuestas
Muy bien resumido..claro. conciso y concreto.
Nos pondremos las pilas y «pa’ alante»
Enhorabuena a todos!
Muy motivador . .!! esperanza para que se vaya conviviendo con los objetivos que señala la asamblea, llamados y mision.gracias
Es un gozo iniciar con ilusión este curso con buenos proyectos emanados de nuestro completo Plan Diocesano de Pastoral. Que el Señor nos guíe por el camino adecuado para la misión.