Nuestra diócesis tiene un nuevo sacerdote desde el pasado día 11 de noviembre. Óscar Vives Gallardo recibió el sacramento del Orden sacerdotal en la Eucaristía presidida por el obispo de la diócesis, Ángel Pérez, en la Catedral de Barbastro. Concelebraron con el obispo diocesano Alfonso Milián, obispo emérito de nuestra diócesis, y Juan María Uriarte, obispo emérito de San Sebastián. Se unieron a la celebración la práctica totalidad de los sacerdotes diocesanos y otros venidos de Zaragoza y Huesca, así como un grupo de seminaristas del seminario regional de Zaragoza. «Hoy aquí también se hace Aragón porque gracias a esta ordenación nos reunimos sacerdotes de varias diócesis», señaló Ángel Pérez.
El obispo, en su homilía, explicó el sentido de ser sacerdote en nuestro tiempo señalando que es quien ofrece valores trascendentes y de calado espiritual en medio de una sociedad muy pegada al consumismo y a la inmediatez superficial del vivir. «Has elegido una vocación apasionante, nada fácil, audaz pero necesaria», manifestó Ángel Pérez, que preguntó a los presentes «estos jóvenes ¿dónde están? En vuestros hogares, yo los he visto». El obispo emérito, Alfonso Milián, al final de la celebración comentó las diferencias entre ser un sacerdote bueno y ser un sacerdote según el Espíritu. Finalmente el nuevo y muy emocionado sacerdote dio las gracias a todos, especialmente al párroco de su pueblo y a todos los que en algún momento le han ido ayudando en el camino, hasta llegar a su compromiso de vivir con fidelidad su sacerdocio con la ayuda de Dios.
La catedral de Barbastro se llenó de fieles, muchos llegados de las parroquias en las que colaboró pastoralmente en su etapa de diácono el nuevo sacerdote y, por supuesto, los de la parroquia de Zaidín, pueblo natal de Óscar Vives, que estuvo acompañado de su madre, sus cuatro hermanos, familiares y amigos, entre ellos el grupo de quintos del 78, compañeros de infancia y juventud. Alcaldes de varias localidades bajocinqueñas, también de Monzón y Binéfar, representantes de Scouts Católicos d’Aragon-MSC o la Asociación de Amas de Casa de Zaidín, que sumaron sus cantos a la ceremonia, arroparon al nuevo sacerdote.
