La conmemoración de la Pascua del Señor es el centro del año cristiano. Para facilitar la programación de la Semana Santa y, dentro de ella, del Triduo Pascual en nuestras catedrales, parroquias e iglesias, así como la mejor participación de los fieles, la Vicaría General del Arzobispado de Zaragoza ofrece las siguientes indicaciones.
Documentación aplicable
La Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos emitió una Nota para los Obispos y las Conferencias Episcopales el 17 de febrero de 2021, haciendo referencia al Decreto de la misma Congregación de 25 de marzo del 2020, en los que se dan orientaciones para las celebraciones de la Semana Santa, dada la situación de pandemia que vivimos.
Por otra parte, nuestro Sr. Arzobispo, en un Decreto de 12 de febrero de 2021 (116/2021), ofrece algunas orientaciones para las celebraciones de Cuaresma y Semana Santa en la Archidiócesis de Zaragoza.
Así mismo, la Conferencia Episcopal de Liturgia de la CEE emitió el 3 de marzo de 2021 una Nota sobre las celebraciones de Semana Santa en 2021.
Normas generales
- Se debe prestar atención a la normativa vigente en ese momento respecto a los aforos de los templos, medidas sanitarias, veneración de imágenes, circulación por el interior de los templos y canto en la celebración, respetando en todo momento las limitaciones horarias -toque de queda- establecidas.
- Se anima a los fieles que no puedan asistir a su propio templo a seguir las celebraciones litúrgicas a través de Trece TV, La 2 de TVE, COPE, Radio María o de los canales de los que dispongan sus propias parroquias.
- Se invita a seguir los subsidios litúrgicos adecuados para la oración personal y en familia, potenciando también algunas partes de la Liturgia de las Horas, preparados por la Conferencia Episcopal Española.
- Se debe facilitar la participación de grupos y fieles en las celebraciones del Triduo Pascual, ampliando los horarios si las circunstancias pastorales lo aconsejan.
- Se recomienda vivamente que se cuide y fomente el sacramento de la penitencia, rogando a los sacerdotes una mayor disponibilidad para que los fieles puedan celebrar este sacramento, con todas las medidas de precaución, distancia social y discreción.
Normas específicas
Domingo de Ramos
- La ‘Conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén’ se celebrará en el interior del edificio sagrado.
- En las iglesias catedrales, puede seguirse la segunda fórmula prevista del Misal Romano (‘Entrada solemne’, p. 240, 12-15).
- En las iglesias parroquiales y en los demás lugares, puede seguirse la tercera fórmula prevista en el Misal Romano (‘Entrada simple’, p. 241, 16-17). Se pueden bendecir los ramos que los fieles traigan de sus casas o se les entreguen de modo que no suponga riesgo de contagio (dejándolos previamente en cada asiento a utilizar u otra fórmula). En ningún caso, se dejarán en fajos para que cada persona coja su ramo.
Jueves Santo
- En el Misal Romano se prevé que “donde lo exija el bien pastoral, el Ordinario del lugar puede permitir la celebración de otra Misa, por la tarde, en las iglesias u oratorios públicos o semipúblicos, y en caso de verdadera necesidad, incluso por la mañana” (Misal Romano, p. 261, 3). Cada párroco decidirá lo oportuno de acuerdo con el Decreto Arzobispal del 12 de febrero de 2021.
- Se omite el lavatorio de los pies, ya que es facultativo (Misal Romano, p. 10). No se sustituya el lavatorio por otro rito.
- Al final de la misa, el Santísimo puede reservarse en lugar habitual o en otra capilla. En cualquier caso, su traslado lo realizará el sacerdote sin procesión de fieles. El lugar de la reserva debe ser apto y ventilado, disponiendo los asientos o reclinatorios con la debida distancia entre ellos. Igualmente se controlará el aforo permitido en el tiempo de adoración.
Viernes Santo
- En la oración universal, se incluirá una intención especial por el fin de la pandemia, por los que se encuentran en situación de peligro, enfermos y difuntos (Misal Romano, p. 274, 13). Se seguirá la fórmula preparada por la Congregación del Culto Divino el año pasado.
- En el momento de la adoración de la cruz el celebrante lo hará con una genuflexión o una inclinación profunda (Misal Romano, p. 280, 17-20). El resto de la asamblea lo hará por medio de una genuflexión o inclinación profunda cuando la cruz sea mostrada, y lo harán cada uno sin moverse de su lugar. Se podría invitar, también, a todos los participantes a la liturgia a que hagan un momento de oración, en silencio, mientras se contempla la cruz. Se evitará, en cualquier caso, la procesión de los fieles en este momento de la celebración.
- Cada párroco o rector verá la fórmula más adecuada para realizar la colecta pontificia por los Santos Lugares (a la salida del templo o de la misma forma que se procede con las colectas en otras celebraciones).
- La necesidad de una segunda celebración queda a juicio del párroco de acuerdo con el Decreto Arzobispal del 12 de febrero de 2021.
Vigilia Pascual
- En cada catedral o parroquia, se celebrará una sola Vigilia Pascual.
- El inicio de la vigilia o lucernario se puede hacer a la entrada del templo (Misal Romano, p. 294, 8 y ss.). El celebrante principal deberá estar acompañado por un número limitado de ministros, mientras todos los fieles se mantendrán en sus lugares. Se bendice el fuego, se hacen los ritos de preparación y se enciende el cirio tal como indica el Misal Romano. El sacerdote y los ministros, manteniendo la distancia de seguridad, hacen la procesión por el pasillo central y se proclaman las tres invocaciones “Luz de Cristo”. No es recomendable repartir entre los fieles las velas y que las vayan encendido del cirio y luego pasen la luz unos a otros. En el caso de que se haga, las velas deberán apagarse evitando el riesgo de contagio por aerosoles.
- Tras la bendición del agua y la renovación de las promesas del bautismo, el sacerdote puede realizar la aspersión desde el presbiterio, después de higienizarse las manos. Se evitará la distribución de agua bendita entre los fieles.
- No parece aconsejable, dadas las circunstancias, celebrar el bautismo de niños durante la Vigilia Pascual. Si se han de administrar los sacramentos de la iniciación cristiana a adultos o si al final se celebra el bautismo de algún niño, hágase con todas las medidas higiénicas y sanitarias que garanticen que los signos y ritos se hagan adecuadamente, pero de forma segura, especialmente los que implican el contacto, como las unciones.
Zaragoza, 7 de marzo de 2021, III Domingo de Cuaresma
Manuel Almor Moliner
Vicario General
Un comentario
El miedo a la muerte no es compatible con ser cristiano. De haber sido así, ni Jesucristo hubiese muerto en la cruz, ni los apóstoles ni tanto mártir se hubiera dado en la Iglesia (desde su origen hasta hoy), ni santos como San Damián o Santa María Micaela, hubiesen dado su vida.
El ejemplo de falta de fe y, al mismo tiempo, pánico a morir demostrado en la plandemia por la mayoría de los sacerdotes ha dejado patente que no hay fe en nuestros pastores sino acomodo funcionarial.
Todos tenemos que pelear por nuestra santidad pero los sacerdotes, además, son quienes guían a los fieles. No actúen como sepulcros blanqueados, por favor.
Dios bendiga a nuestros sacerdotes y seguimos en oración por la santidad de todos ellos, empezando por el Arzobispo.