Hoy día de la Epifanía, de los Reyes Magos, celebramos el Día de la Misión Diocesana de Cochabamba, con gran alegría llega este día de nuestra parroquia de Santa Mónica.
Es la más alejada de Tarazona, pero es nuestra parroquia de misión a la que queremos y recordamos con mucho cariño. Es una explosión de vida, de fe, de celebración, de caridad la que se vive allí; es una parroquia joven que quiere estar cercana a toda la gente del barrio para atender sus necesidades y ayudarles a vivir su vida de fe. Este año ha tocado relevo en el equipo sacerdotal, don Florián ha concluido su etapa pastoral en Cochabamba. Quiero darle las gracias por la labor que allí ha realizado, por todo este tiempo evangelizador en Santa Mónica, por ser sal y luz entre los más humildes.
En su lugar acude don Iván, para hacer equipo sacerdotal con don Vicente y juntos sembrar la luz de la fe en aquella comunidad. Le deseo mucha fuerza y docilidad al espíritu para ser el pastor que allí se necesita ser. Ambos seguirán sembrando el amor de Dios a través de la ayuda humana y espiritual a todos los habitantes de la parroquia.
Un saludo especial para todos los grupos, comenzando por el Consejo pastoral del que guarde un gran recuerdo, pasando por todos los que realizan la acción social, Cáritas, voluntarios, los catequistas, los jóvenes, monaguillos, ministerios del canto guarderías, colegios, comunidades religiosas… hasta el último niño de catequesis. Es imposible mencionar a todos, lo que indica la vida tan rica que tiene la parroquia, ánimo seguid construyendo el Reino de Dios entre aquellos hermanos, el Señor os acompaña, María, Nuestra Madre, os protege para que hagáis lo que Dios os pide.
Un agradecimiento muy especial para la Fundación Lavilla Montón, a don Juan Carlos, a don Andrés, que tan buena labor hacéis; sin vuestra colaboración no podríamos sostener todas las actividades, los pobres serían más pobres, estarían más solos. Hacéis de Ángel de la guarda.
Gracias a todos los diocesanos de aquí, que tanto queréis a la misión, que os preocupáis por ella. Un año más os pedimos vuestra colaboración económica para mantener vivos los programas pastorales formativos y asistenciales que allí se desarrollan. Dios os pague tan buena obra de caridad.
Felicidades, familia diocesana de Cochabamba, es vuestro día, es nuestro día. Nos ayudáis a ser una diócesis misionera.
Mi oración y bendición para todos.