«No nos duele lo que traemos, sino lo que dejamos»

Marta Latorre
25 de abril de 2022

Hoy lunes 25 de abril han partido de nuevo hacia Polonia, Miguel Taus e Ignacio Albericio, los voluntarios promotores de la iniciativa que en marzo trajo hasta Tarazona a 60 refugiados, para traer a otro grupo de desplazados que se instalarán también en el Seminario diocesano.

El viaje de ida lo hacen en avión y van con ellos tres voluntarios más: una enfermera, un técnico sanitario de UCI y otra colaboradora. El viaje de regreso se hará en autobús que cogerán en el mismo campo de refugiados de Varsovia que la anterior ocasión. “Nuestra idea es recoger a familiares de gente que ya está en Tarazona, para favorecer la reagrupación familiar y con el perfil que hemos mandado de personas que queremos traer, familias que hayan perdido todo y que se quieran quedar en la Diócesis de Tarazona”, explica Miguel Taus.

Su idea es estar de regreso en Tarazona entre el 30 de abril y el 1 de mayo. “Todo dependerá que cómo sea el viaje de vuelta y el número de chóferes que vengan. Sí que tenemos pensado hablar con el Seminario de San Sebastián, donde pernoctamos la otra vez y fuimos tan bien tratados, por si fuera necesario pasar una noche”.

BUENOS SAMARITANOS
No saben si son buenos samaritanos o no, pero de lo que sí están seguros es de los fuertes lazos afectivos que se han creado entre los voluntarios que realizaron el primer viaje. “Creo que no se van a romper nunca porque la satisfacción por lo que hemos hecho es muy grande. Y no nos duele lo que traemos, sino lo que dejamos”, afirma Miguel Taus que no puede evitar emocionarse al recordar todo lo vivido. “La gente nos pregunta si vamos a traer a 60 y yo les contesto, ojalá pudiéramos traer a mil”.

«La gente nos pregunta si vamos a traer a 60 y yo les contesto que ojalá pudiéramos traer a mil»

Miguel Taus

Aseguran que el hecho de visitar un campo de refugiados marca mucho y te hace ver que muchas cosas a las que se les da importancia, ante algo tan grave, dejan de tenerla. “Cuando llegué allí, mastiqué el terror y me di cuenta de que eran personas como nosotros. Entonces es cuando ves que lo principal es la vida y de que nosotros somos unos afortunados simplemente por haber nacido en un sitio distinto”, asevera Taus. Sin embargo, el deseo de ayudar a los demás es más poderoso que el miedo o el respeto que se puede sentir por vivir situaciones complicadas. “El miedo es libre y este proyecto lo vamos a continuar porque esto va para largo. No se va a acabar en un tiempo inmediato -continúa Ignacio Albericio-.  “Va a durar mucho y vamos a tener que seguir ayudando a estas personas porque es muy triste coger una bolsa y a tus hijos y tener que irte sin saber a dónde y con quien”.

Los dos afirman que se esperaban la respuesta de los turiasonenses aunque no que haya sido tan grande y agradecen el apoyo que han tenido de todas las instituciones implicadas: Diócesis de Tarazona, Ayuntamiento y Comarca. También están muy agradecidos de todas las muestras de solidaridad que han recibido desde distintos lugares como los 1.500 euros de Ricla, obtenidos gracias a una colecta organizada por la Asociación Medalla Milagrosa y por la parroquia de la localidad, o los 900 euros conseguidos a través de una función de teatro organizada en Cádiz por uno de los voluntarios que vive allí.

Voluntarios, refugiados, el Obispo, el alcalde de Tarazona y miembros de la Corporación tras la recepción oficial en el Ayuntamiento

LOS REFUGIADOS
Los refugiados se encuentran muy bien en las instalaciones del Seminario. “Estamos muy pendientes de ellos, de lo que necesitan y no les falta de nada. Tienen que estar muy agradecidos por todo lo que estamos haciendo todas las partes implicadas”, asevera Albericio.

“Hay personas que en agradecimiento están colaborando en tareas en el Seminario, realizando trabajos de jardinería, o tapando alguna grieta de algún muro, limpiando el comedor… Es una manera de agradecer la hospitalidad que está dándoles el Seminario. No cabe duda que son 49 personas y son un reflejo de la sociedad. Por tanto, hay gente que se lleva bien, mal… pero no hay problemas grandes”.

Y sienten el cariño de los turiasonenses. Alguno lo ha hecho saber como, por ejemplo, los que llegaron con graves problemas de drogadicción. “Ahora ya no están en Tarazona porque, a través de ACCEM, cuenta Taus, «se encuentran en un programa de desintoxicación, y nos han escrito para agradecer lo que se ha hecho por ellos ya que su forma de vivir ha cambiado gracias a Tarazona».

Desde hace unas semanas cuentan con todos los papeles en regla, lo que les permite empezar a buscar trabajo y escolarizar a los niños. Se espera que muy pronto empiecen las clases en el Colegio diocesano de la Sagrada Familia.  Mientras, aprenden español con una profesora contratada por el Obispado de Tarazona.

UNA EXPERIENCIA QUE CAMBIA
Tanto Miguel Taus como Ignacio Albericio reconocen que esta experiencia les ha cambiado. “El que algo que se ha hecho prácticamente sin planificar haya salido tan bien es porque alguien nos está ayudando. Ha sido todo providencial. El que hayamos podido reunir tantos apoyos, realizar tanto esfuerzo, unir al pueblo, a políticos, a la Iglesia. Alguien tiene que estar moviendo estos hilos porque José Ignacio y yo, dos paisanos de Tarazona, solos no lo hubiéramos podido hacer”, reconoce Taus, que recuerda que la llegada de los 60 ucranianos al Seminario coincidió con la celebración del Encuentro de Arciprestes de Aragón en el mismo recinto. “Nunca nos íbamos a imaginar nosotros que íbamos a tener a tantos sacerdotes y obispos escuchando nuestro testimonio y emocionándose con nuestra experiencia” -recuerda Taus sobre su intervención tras la eucaristía que tuvo lugar en la Catedral de Tarazona.

Para continuar con esta aventura tan maravillosa siguen necesitando la colaboración de todos. Por ello, invitan a quien quiera contribuir a esta causa solidaria a colaborar aportando un donativo en la cuenta que tiene abierta (ES23 0049 0833 5127 1050 3930).  También sigue disponible la cuenta del obispado de Tarazona para colaborar con las familias acogidas en el Seminario diocesano (ES65 2085 1119 5303 3077 8720).

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