El 17 de septiembre se cumple un año de la ordenación y toma de posesión en la S.I. Catedral de Tarazona de Mons. Vicente Rebollo Mozos como obispo de la Diócesis de Tarazona. En el primer aniversario de su episcopado, Mons. Rebollo hace un balance positivo de su año en nuestra diócesis y afronta el segundo con «la ventaja de tener un instrumento para coordinar la actividad pastoral y el reto de llevarlo a la práctica», con el Plan Diocesano de Pastoral.
-Un año ya de su toma de posesión como obispo de Tarazona. ¿Cómo ha
sido este primer año?
Ha sido muy bonito. Me ha gustado mucho conocer a los sacerdotes, he estado muy a gusto con todas las personas y he recibido mucho cariño de todos. He visto una diócesis con ganas de moverse y trabajar.
-¿Ha notado mucha diferencia entre ser vicario episcopal para Asuntos Económicos de una diócesis grande como es la de Burgos a ser obispo de una pequeña como la de Tarazona?
Hay diferencia, no tanto por el tamaño como por la tarea a desempeñar. Antes estaba muy centrado en un mismo tema. Ahora, como obispo, hay que conocer, atender y tomar decisiones de toda la actividad pastoral de una diócesis. Esto, sin duda, es una gran riqueza. Me ha ayudado mucho la experiencia que durante 34 años de sacerdote fui acumulando ya que mis tareas pastorales fueron múltiples y, por supuesto, la colaboración de los sacerdotes ha sido imprescindible.
«Como obispo, hay que conocer, atender y tomar decisiones de toda la actividad pastoral de una diócesis. Esto, sin duda, es una gran riqueza».
Mons. Vicente Rebollo
-Uno de sus objetivos era conocer la diócesis, a los sacerdotes, a las parroquias, comunidades religiosas… y lo ha hecho. Este conocimiento de la realidad diocesana, ¿ha respondido a la idea que usted tenía sobre lo que se podía encontrar?
No traía ninguna idea preconcebida, he querido partir de cero y dejarme empapar de la riqueza pastoral que existe. Cada diócesis es distinta y posee sus peculiaridades. He de decir que me ha gustado mucho todo. Tener una idea global de la diócesis es muy enriquecedor.
-Este curso va a ser el primero en poner en marcha el nuevo Plan Diocesano de Pastoral en el que se ha trabajado todo el año. ¿Ha sido complicado diseñarlo?
Parecía complicado porque había que mover a muchas personas y pensar en qué sociedad vivimos y cómo responder a las necesidades de nuestra Iglesia. Ha habido mucha colaboración, mucho trabajo de la Comisión Permanente del Consejo de Pastoral. Nos ha ayudado mucho la metodología y creo que hemos realizado un plan sencillo y concreto.
«Me gustaría llenar la vida de los fieles de esperanza y confianza en el amor de Dios.»
Mons. Vicente Rebollo
–¿Cómo afronta su segundo año al frente de la Diócesis de Tarazona?
Con la ventaja de conocer a las personas y la de tener un instrumento para coordinar la actividad pastoral. Quedan los retos de llevarlo a la práctica, renovar estructuras, pensar en la organización territorial de nuestras parroquias y seguir acompañando y dando fuerza a todo lo que existe. Todo esto me lleva a mirar con esperanza a nuestra diócesis.
-Por último, ¿qué le gustaría decirle a sus fieles diocesanos después de un año como su obispo?
Me gustaría en primer lugar darles las gracias por su acogida y su cariño. Me gustaría llenar sus vidas de esperanza y confianza en el amor de Dios. Deseo que caminemos muy unidos y queriéndonos cada día un poco más.
