El obispo de Tarazona, Mons. Vicente Rebollo, ha presidido la eucaristía con motivo de la fiesta de San Miguel en la parroquia del mismo nombre de Tarazona. Como ha resaltado el párroco, Luis Zardoya, esta ha sido «la primera misa que D. Vicente celebra en Tarazona después de su ordenación».
Acompañado por el sacerdote Antonio Latorre y por el diácono, Miguel Ángel Peña, además de por el párroco, el obispo de Tarazona ha celebrado la misa que ha concitado a un gran número de vecinos del barrio de San Miguel , pero también del resto de la ciudad.
D. Vicente se ha mostrado complacido por poder compartir con los vecinos este día tan señalado para ellos y les ha animado a hacer todo lo posible por hacer el bien, a colaborar con su párroco y a que contribuyan a que «esta sociedad sea mejor». Asimismo ha rogado por la protección de Dios «que nos da esa capacidad para ser mejores y querernos» y se ha encomendado a San Miguel, patrono y protector de la Iglesia, al que -como se ha referido el obispo- se le representa con objetos bélicos, como una forma simbólica de luchar contra el mal y el pecado. «Del que pensamos que no está en nosotros» – ha señalado el prelado- «porque no he robado o no he matado, pero que existe, tal y como nos lo demuestran hechos como la guerra y sus consecuencias».
Al finalizar la eucaristía, el obispo ha agradecido a la coral sus interpretaciones y también a todas las personas que han ayudado en la celebración y en la ornamentación del templo.
El alcalde de la ciudad, Luis José Arrechea y miembros de la corporación municipal han asistido a la misa, así como miembros de la asociación de vecinos, de la Cofradía del Santo Cristo de los Afligidos y de la Asociación La Sociedad.
