Miguel Antonio Franco, director de la SAFA: «Los alumnos tienen que recibir dos vacunas, una biológica y otra espiritual»

Marta Latorre
4 de septiembre de 2020

La semana que viene comienza un nuevo curso en Aragón en el que la incertidumbre ante lo que pueda depararnos la pandemia va a acaparar todo el protagonismo. La reapertura del colegio diocesano de la Sagrada Familia (SAFA) de Tarazona se hace con una cierta y, por otro lado, lógica preocupación, pero también con ilusión por retomar las clases como señala su director, Miguel Antonio Franco, con quien hemos hablado para ver cómo se ha preparado el centro.

¿Cuando empiezan las clases?
El 7 de septiembre comienzan los alumnos de 1º de Infantil y luego escalonadamente a lo largo de la semana el resto de los cursos hasta Secundaria.

– ¿Qué medidas se han tomado en el Colegio?
A parte de las generales como el uso de mascarillas obligatorio a partir de los seis años hasta Secundaria, distancia de seguridad y lavado de manos con gel hidroalcohólico, el Colegio ha establecido unas específicas, que también coinciden con lo que ha estipulado la Administración como es la entrada escalonada, tanto a nivel de horarios como a las instalaciones, y la no coincidencia de grupos que no sean de convivencia estable en las filas. Las entradas y las salidas también van a ser por grupos de convivencia estable, se harán de manera independiente y guardando las distancias de seguridad.

¿Cómo se ha organizado el espacio?
Se están dejando las clases más amplias para los grupos más numerosos y se aprovecharán espacios que antes se usaban para otras cosas como aulas. En los recreos habrá una parcelación por grupos de convivencia estable y para cada curso, sin que se mezclen los distintos niveles y también habrá restricción de juguetes y de útiles deportivos de uso común. Así que otra imagen que no se va a ver este curso va a ser la de los niños y niñas jugando al balón. Y a eso hay que añadir la desinfección permanente de cada espacio cada vez que se usa.

¿El comedor va a estar abierto?
-Sí. El comedor va a seguir en funcionamiento y con todas las medidas de seguridad necesarias, y manteniendo también los grupos de convivencia estable.

El director de la SAFA en una reunión telemática con profesores durante el confinamiento

En el caso de que se registre algún caso ¿Cuál es el protocolo a seguir?
Hay un protocolo de actuación establecido por si hubiera algún caso de contagio que ha editado el Ministerio de Sanidad. A grandes rasgos, tiene que haber un profesor coordinador COVID en el centro al que, si se contempla un posible caso hay que avisar, y aislar al posible contagio. Para ello, tiene que haber un espacio solamente para casos de posibles contagios con unas medidas de higiene y seguridad extremas. Luego, hay que ponerse en contacto con el centro de salud asociado para que nos digan lo que hay que hacer.

-¿Existe preocupación entre padres y profesores?
En cuanto al estado de ánimo de padres y profesores hay sentimientos encontrados. Por una parte -vamos a ser realistas- la situación es preocupante puesto que nos podemos contagiar los profesores y los alumnos. Afortunadamente, los profesores de nuestro colegio son bastante jóvenes y eso da cierta tranquilidad y, por otro lado -gracias a Dios- los niños y adolescentes, mayormente, son asintomáticos o el virus no les afecta de manera grave, pero claro sí que pueden contagiar a sus familias, padres, abuelos… Pero también está la ilusión que tenemos los profesores por retomar el contacto y, somos conscientes, de que los chicos no pueden estar en casa. Han estado seis meses sin clase y eso no es sano. Y como les decía a los profesores, los alumnos tienen que recibir dos vacunas: la biológica, que llegará cuando llegue -y esperemos que pronto- y otra psicológica y espiritual porque tienen que aprender a cuidarse a sí mismos, cosa que creíamos evidente y no lo es tanto, y a preocuparse por los demás.

El Evangelio nos dice que tenemos que preocuparnos los unos de los otros porque todos somos hermanos y vemos que ahora esto es verdad. Las consecuencias de mis actos influyen directamente en mis allegados, madre, padre, abuelos…

Es decir, si yo no me cuido, si yo no respeto las normas y hago lo que quiera esto puede afectar a mis seres queridos y tener unas consecuencias realmente graves. Por ello creo que tenemos que aprovechar esta situación desde el punto de vista pedagógico para enseñar a nuestros niños y adolescentes que tienen que ser responsable de su cuidado y del de los demás. Si esto lo conseguimos, yo creo que habremos avanzado pedagógicamente y puede ser una buena vacuna para la vida adulta de los alumnos.

-Los niños y adolescentes se contagian de forma leve y podrán recibir clase entonces ¿cómo se ha previsto esta situación?
A esos niños o jóvenes habrá que darles clase porque los síntomas que suelen tener, como decía, son leves. Por eso, hemos reforzado el sistema informático del centro y hemos reservado un aula solamente para dar clase telemáticamente de tal manera que tengamos contacto con los posibles alumnos que puedan estar contagiados.

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