Los seminaristas de la diócesis de Huesca: sembradores de esperanza

Miguel Barluenga
16 de marzo de 2025

En este curso 2024-25, nuestro Seminario cuenta con la presencia de tres seminaristas: Reynaldo Jesús Cárdenas Irías, Marcos Eduardo Rivera Lazo y José María Arroyos Alíns. Los conocemos un poco más de cerca con este pequeño cuestionario.

REYNALDO JESÚS CÁRDENAS IRÍAS

Nombre: Me llamo Reinaldo Jesús Cárdenas Irías, tengo 34 años y nací en Nicaragua en junio de 1990.

Estudios que cursa: En mi país pude estudiar y ejercer trabajos afines al derecho, la administración y el magisterio, que despertaron mi pasión por el vicio más relajante que pude encontrar: la lectura. Este año culmino mi formación académica en el CRETA (Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón). Actualmente formo parte del equipo pastoral que atiende trece pueblos (Albero Alto, Alcalá del Obispo, Argavieso, Bellestar del Flumen, Fañanás. Monflorite, Novales, Ola, Pueyo de Fañanás, Quicena, Salillas, Sesa y Tierz).

¿Cómo sintió la llamada para ser sacerdote? Para escuchar y responder a la llamada de Jesús ha sido importante mi familia, por quienes he podido acercarme y vivir la fe. Mi abuela Reyna Isabel, fue orientándome a la mejor herencia que pudo dejarme: Jesús; con ella, a mis padres, que aportaron su grano de trigo con sus consejos y esfuerzo cotidiano.

¿Qué le sugiere el lema «Sembradores de esperanza»? Sólo desde la experiencia de sabernos amados por Dios respondemos a lo que Dios quiere ¡y nos quiere felices! En medio de lo que el día a día supone, dejemos un tiempo para Él, y poco a poco, el tiempo hace de cada uno tierra fértil donde la aridez y las rocas que queman la semilla de la esperanza desaparezcan y se transformen los corazones en terreno abierto a una vida de amor a Jesús capaz de seguirlo como el mayor tesoro.

MARCOS EDUARDO RIVERA LAZO

Nombre: Soy Marcos Eduardo Rivera Lazo, natural de Nicaragua, Centroamérica. Provengo de una familia de fuertes raíces cristianas, ya desde niño aprendí las oraciones básicas, las respuestas de la misa y participaba en actividades de la parroquia. Como afición me gusta mucho la teología, el diseño religioso digital y el cine.

Estudios que cursa: He finalizado los estudios eclesiásticos de cara al sacerdocio, no obstante, actualmente continuo los estudios de licenciatura en Teología catequética en el CRETA, a la espera de una posible ordenación diaconal.

¿Cómo sintió la llamada para ser sacerdote? Desde niño sentí que Dios me llamaba para ser sacerdote, aún recuerdo jugar a hacer procesiones y celebraciones con mis primos en el patio de mi casa o cuando visitábamos la catedral de Managua los domingos con mi abuela. Puedo decir que la vocación ha ido madurando en mí y consolidándose como el proyecto más grande y el deseo más profundo que quiero para mi vida, es mi manera de ser feliz, lo único que quiero es seguir a Jesús. Por otra parte, mi pastoral consiste en colaborar en el archivo diocesano los jueves y viernes, mientras que el fin de semana llevo a un sacerdote y juntos celebramos en algunas parroquias del Arciprestazgo de Somontano-Sobrarbe en la diócesis de Huesca.

¿Qué le sugiere el lema «Sembradores de esperanza»? Me recuerda al ADN del cristiano de ser luz y sal del mundo, porque si perdemos nuestro sabor y nuestro brillo dejaremos de ser los amigos de Jesús, pues estamos invitados a hablar de él, de su amor y de su esperanza que nunca nos defrauda (cf. Rom 5,5). Por último, solo me gustaría invitarte a descubrir en tu corazón cuál es la llamada que Jesús te hace, porque Él nunca, pero nunca te excluye y quiere que seas feliz. Anímate a responderle siguiendo su llamada, ya que solo en Dios encontramos el gozo, la paz y la alegría.

JOSÉ MARÍA ARROYOS ALÍNS

Nombre: Me llamo Chema Arroyos Alíns y tengo 26 años. Nací en Huesca, vengo de una familia que me educó en la fe y soy el quinto de seis hermanos.

Estudios que cursa: Estudio el bachiller en Teología con los demás seminaristas y los fines de semana colaboro en la parroquia de Santo Domingo y San Martín dando catequesis y ayudando en misa. También paso tiempo con mi familia y amigos, y entre mis aficiones están el fútbol y la montaña.

¿Cómo sintió la llamada para ser sacerdote? Mi inquietud por el sacerdocio comenzó hace unos años cuando, estando en misa, me interpeló la posibilidad de ser sacerdote. Pero, por entonces, no quise saber nada sobre ello y unos meses más tarde empecé la carrera de Ingeniería Mecánica. Durante esos años aquella idea seguía estando presente y la empecé a considerar poco a poco. Iba viendo que no tenía serias razones para rechazar ese camino y, por otro lado, me atraía la labor de asistir a los demás en su vida espiritual y acercarles a Dios. En esa época trabé amistad con un seminarista, el cual me ayudó mucho con mis inquietudes vocacionales. Al terminar la carrera estudié dos años de filosofía, viviendo en un colegio mayor con jóvenes con las mismas inquietudes que yo y donde pude seguir discerniendo esta posible llamada. Finalmente, entré en el seminario en septiembre de 2024.

¿Qué le sugiere el lema «Sembradores de esperanza»? Este lema nos recuerda que los cristianos estamos llamados a ser luz en medio del mundo, siendo testigos de que Dios no nos abandona y de que la vida cobra sentido cuando dejamos que sea Él quien tome las riendas de nuestra vida. Dios te ama más que nadie y ha soñado contigo un proyecto para hacerte realmente feliz ya en esta vida. No se ha olvidado de nadie. Por ello, no temas preguntarle qué quiere de ti y confía siempre en Él.

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