La Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón ha iniciado el procedimiento para declarar Bien de Interés Cultural a 52 órganos históricos aragoneses, entre los que se encuentran catorce de la Diócesis de Tarazona.
La resolución que abre el periodo de información pública recoge que el principal motivo de este reconocimiento es «proteger singularmente» estos instrumentos que son ejemplos «señalados» del patrimonio cultural de Aragón.
Los órganos de la Diócesis de Tarazona contemplados en el listado son los de las parroquias de Acered, Aniñón, Arándiga, Ariza, Atea, el de la antigua iglesia colegial de Santa María de Borja, Brea de Aragón, de la Colegiata de Santa María la Mayor, Santo Sepulcro, San Pedro de los Francos -estos tres en Calatayud-, Miedes, Paracuellos de Jiloca y los de la Catedral y de la parroquia de San Francisco en Tarazona.
Ligado al catolicismo, el órgano ha aportado un lenguaje diferencial para acercarse a los fieles y constituyen tanto un importante legado material que, en ocasiones, se traduce en destacadas obras de arte, como inmaterial al ser elementos transmisores de cultura.
Aragón destaca por conservar bastantes ejemplos excepcionales de órganos desde el siglo XV hasta el XX y con ejemplos representativos de todas las épocas y estilos. Además, Aragón estuvo a la cabeza de la organería durante el Renacimiento, gracias al organero turiasonense Guillaume de Lupe, «genio creador que cambió el devenir del órgano, modernizándolo».
La declaración de los 52 órganos como bienes de interés cultural de carácter mueble servirá «para garantizar su conocimiento, difusión y conservación como testimonio irremplazable de nuestro patrimonio cultural».