Las religiosas de la Vida Consagrada tanto activas como contemplativas de la Diócesis de Tarazona celebraron de manera especial la jornada que la Iglesia les dedica cada 2 de febrero, pues este fin de semana han conseguido las indulgencias propias del Jubileo. Este año el lema de la jornada ha sido «Peregrinos y sembradores de esperanza».
El sábado, 1 de febrero, una representación de las religiosas se reunieron en la Catedral de Tarazona para compartir un tiempo de reflexión y, a continuación, vivir la celebración de la Eucaristía como acto jubilar de la Vida Consagrada en esta Diócesis de Tarazona.
La mañana comenzó con el encuentro de las hermanas procedentes de distintas comunidades que, seguidamente, pudieron participar en la meditación que corrió a cargo del sacerdote diocesano, don Justo Sánchez Muelas, en torno a la necesidad de reavivar la esperanza, para poder perseverar, en medio de las dificultades, fieles a la llamada que un día acogieron en su vida. Tras las charla, se celebró la Eucaristía, presidida por nuestro obispo, D. Vicente Rebollo Mozos, concelebrada por el Vicario General de la diócesis, don Javier Bernal , el delegado diocesano para la Vida Consagrada, don José Manuel Vargas Puga, y algunos canónigos de la S. I. Catedral. Antes de la misa, don Vicente recibió a las religiosas en la puerta principal de la Catedral, donde les dirigió unas palabras, después entraron atravesaron esa puerta que da al Altar Mayor y realizaron una procesión por el templo. Las religiosas renovaron sus promesas bautismales y su consagración.
El domingo, 2 de febrero, solemnidad de la Presentación del Señor, el obispo de Tarazona, Mons. Vicente Rebollo, presidió las eucaristías que tuvieron lugar en los monasterios de las Clarisas y de las Concepcionistas en la localidad de Borja, acompañado por el capellán, don José María Sánchez.
Por la tarde, fue en el convento de las MM. Carmelitas de Maluenda donde se celebró la Jornada de la vida Consagrada. A la comunidad de Carmelitas se unieron las Franciscanas Misioneras de María del vecino pueblo de Paracuellos de Jiloca, junto con los vecinos de Maluenda, que les acompañaron en la celebración. La misa estuvo presidida por el delegado diocesano de la Vida Consagrada, don José Manuel Vargas, acompañado por el párroco de Maluenda y capellán del convento, don David Alvizures.
El próximo jueves, el obispo de Tarazona, Mons. Vicente Rebollo, presidirá la misa que se celebrará en el convento de las Hermanas de Marta y María en la localidad de Bisimbre.
Las religiosas de vida contemplativa ganan las indulgencias del Jubileo dentro del propio monasterio.
