Ayer 7 de julio, primer domingo del mes de julio, el Santuario de la Virgen del Moncayo recibió a numerosos fieles que participaron un año más en la tradicional romería del Quililay. La eucaristía, presidida por el obispo de Tarazona, Mons. Vicente Rebollo, tuvo lugar en la capilla del Santuario. Don Vicente estuvo acompañado en la celebración eucarística por el canónigo, don Javier Calvillo. La misa fue cantada por la Coral Turiasonense y por la Rondalla «Los Amigos». La corporación municipal de Tarazona, con el alcalde Tono Jaray a la cabeza participó también en la celebración. Tras la misa, se repartieron las tradicionales judías y antes las migas, que ofrece el ayuntamiento turiasonense. En el reparto participó don Vicente que disfrutó por primera vez de esta tradición.
EL QUILILAY
El Quililay es una celebración con un marcado carácter popular y religioso que se lleva a cabo cada primer domingo de julio en Tarazona. Su origen se remonta a 1515, un año en el que los campos de Tarazona sufrían una fuerte sequía que afectaba gravemente a las economías de los labradores locales. En ese contexto, los agricultores decidieron peregrinar desde Tarazona y desde otros pueblos hasta el santuario de Nuestra Señora de Moncayo, para pedirle a la Virgen que enviara lluvia y alivio a sus tierras. La tradición del Quililay se ha mantenido a lo largo de los siglos, y los vecinos de Tarazona continúan participando activamente en esta romería1.