Con motivo de la fiesta que se celebra el próximo lunes 24 enero en honor de San Francisco de Sales, patrón de periodistas y comunicadores, hemos entrevistado al delegado de Comunicación de la diócesis de Zaragoza, José Antonio Calvo.
El próximo lunes 24 de enero, celebramos la fiesta del patrón de periodistas y comunicadores, san Francisco de Sales. ¿Cómo lo va a celebrar la delegación de Comunicación este año?
Vamos a recuperar la celebración de la misa en memoria del santo, que, además, ofrecemos por todos los compañeros fallecidos en el último año. Será en la iglesia de las clarisas de Santa Catalina, a las una de la tarde. Es una misa organizada por la delegación de comunicación del Arzobispado, a la que se unen periodistas, estudiantes y profesores de periodismo, miembros de gabinetes de comunicación… comunicadores en general.
Este diciembre además se celebra el cuarto centenario de la muerte de san Francisco de Sales, ¿se sabe ya algo de qué se va a hacer en esta fecha?
Será el próximo 28 de diciembre y tendremos que celebrarlo, pero todavía no hemos visto cómo hacerlo. Por ejemplo, los salesianos sí que van a vivir un año jubilar. Y sabemos que hace cien años, el papa Pío XI escribió una encíclica recordando a san francisco de Sales como un comunicador profundo y al servicio de la paz. El próximo lunes, lanzaré la pregunta a todos los que nos congreguemos: ¿Qué podemos hacer para conmemorar esta fecha? Seguro que salen ideas interesantes.
Y el lunes saldrá el esperado mensaje del Papa para la 56 Jornada mundial de las comunicaciones sociales. Después de todos los años que llevas al frente de la delegación y de haber leído estos mensajes, ¿con qué enseñanzas del Papa te quedas? ¿Cuál crees que está siendo su mensaje principal durante todos estos años?
No sabemos todavía el contenido del mensaje… pero sí el tema: “¡Escuchad!”. El Papa nos va a pedir a los periodistas y comunicadores que reaprendamos a escuchar. Muchas veces en vez de hacerlo, parece que vamos a buscar el titular… pero nos olvidamos de comprender, explicar, ayudar… Y entonces en vez de cumplir el servicio de informar, nos convertimos en agitadores, manipuladores o bufones.
Respecto al mensaje principal durante estos años, creo que lo encontramos en el primero que escribió, en 2014: “La comunicación al servicio de una auténtica cultura del en encuentro”. De esta noción de encuentro cuelgan el contenido del resto de los mensajes: comunicar la familia, comunicar la misericordia, comunicar la esperanza y la confianza, comunicar la verdad para lograr la paz… y luego la reflexión sobre redes sociales y redes humanas, la defensa de las historias y, el año pasado, la comunicación basada en el encuentro con las personas concretas.
Tradicionalmente, en esta fecha se comunicaba el premiado del galardón ‘Comunicar con valores’, creado por el arzobispado de Zaragoza, del que se han celebrado ya cinco ediciones. Este año se va a posponer este momento, pero podrías recordarnos por qué se creó este galardón y qué requisitos son necesarios para poder aspirar a este premio.
El premio ‘Comunicar con Valores’ es un galardón que reconoce a los profesionales de la comunicación que destacan por su compromiso ético. No cualquier compromiso, sino el que se hace desde los valores de Jesucristo y el Evangelio. Tampoco buscamos premiar solamente a quien desarrolla su trabajo de un modo confesional, sino a aquellas personas o instituciones que ponen a las personas, especialmente a las descartadas, por delante de cualquier otro interés.
Los mensajes del Papa, a los que he aludido, marcan el camino. Sobre la fecha… barajamos dos posibles: en torno a la Jornada de las Comunicaciones Sociales, alrededor del 30 de mayo, o a finales de año, uniendo la entrega del premio a la celebración del IV centenario de la muerte de san Francisco de Sales.
¿A qué desafíos se enfrenta la Iglesia en el panorama de los medios de comunicación actual? ¿Cómo hacer llegar el mensaje del Evangelio en una sociedad que se empeña en relegar la fe al ámbito privado?
Gran pregunta. Creo que es evidente que los medios de comunicación en general han eliminado el hecho religioso de su horizonte. En ese sentido, es bastante injusto y los medios generalistas deben emprender un verdadero examen de conciencia. Por otra parte, la Iglesia no ha encontrado todavía su camino comunicativo respecto a los medios: nos debatimos entre actuar como una institución no gubernamental o como una empresa… y esto es mundanizarnos. Debemos encontrar un modo de comunicar y comunicarnos que sea plenamente evangélico, no político. Es un gran reto. Finalmente, los católicos debemos convencernos de que la fe no es algo privado, sino personal y, por tanto, podemos y debemos vivirla en la intimidad y en la vida pública. Todavía nos falta mucho para vivir con fuerza, y especialmente a los laicos, el ser cristianos en medio del mundo, sin ser del mundo. Quizá este también sea el reto del Sínodo en el que estamos inmersos.
