«Llamados a servir. Llamados a proclamar»

Más de ciento cincuenta personas participaron en los talleres de lectorado impulsados por la diócesis.

«La palabra del Señor permanece para siempre. Y esa palabra es el Evangelio que os anunciamos» (1 P 1,25: cf. Is 40,8). Con esta frase de la Primera carta de san Pedro arranca la Exhortación Apostólica Verbum Domini en la que Benedicto XVI indicaba algunas líneas fundamentales para «revalorizar la Palabra divina en la vida y en la misión de la Iglesia», decía, deseando «que ella sea cada vez más el corazón de toda actividad eclesial».

Inspirados por este magisterio, el área de Promoción de los Ministerios Laicales (delegación de Pastoral Vocacional) y la delegación de Liturgia de la diócesis de Teruel y Albarracín organizaron una propuesta de formación sobre el ministerio de lector, a través de un taller presencial abierto a todos los interesados.

Teruel capital, Estercuel y Cella fueron los lugares elegidos para esta primera edición que, estamos seguros, será el comienzo de otras muchas a lo largo y ancho de nuestro territorio diocesano. ¿Por qué estamos seguros de que será así? Porque esta experiencia ha servido para detectar una sed de formación del laicado que confirma las aspiraciones de los últimos papas. Francisco recordaba hace un par de años en un congreso de laicos que «especialmente las mujeres, deben ser más valorados en sus competencias y en sus dones humanos y espirituales para la vida de las parroquias y de las diócesis».

Tanto en Teruel, con más de 60 participantes, como en Estercuel, con cerca de 30, y Cella, con 60 asistentes, la iniciativa ha despertado un interés creciente en conocer esa parte de la celebración eucarística tan “mal tratada”. Y es que no podemos entender la Eucaristía sin la Palabra. Ambas son lo que Dios quiere decirnos, todo lo que puede decirnos. El solo hecho de tomar conciencia de esta importante responsabilidad ya ha generado un entusiasmo en estas personas valientes que cada domingo dan un paso adelante para subir al ambón. Saberse valoradas, bendecidas y enviadas a esta especial misión es el primer paso para acoger gozosamente esta formación que su diócesis les regala.

Con la ayuda de María Jesús Jerez y Francisco Marín, instituidos en el ministerio de Lectorado y Acolitado por la archidiócesis de Zaragoza, que hablaron sobre el ministerio de lector, y de quien suscribe, en la parte práctica, la celebración de esta primera tanda de talleres ha servido para avanzar en la consecución de los objetivos de nuestro Plan Pastoral Diocesano 2023-2028.

Además, como recordó acertadamente la responsable de Promoción de los Ministerios Laicales, Rosaura Albero, estos encuentros tienen también un profundo sentido de comunión eclesial, «estrechando vínculos» y reforzando nuestra presencia en el territorio.

David López Fombuena