Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados recibirán este año el premio Ciudad de Calatayud, aprobado por el Consistorio en el Pleno Municipal. El galardón se entregará en el acto de presentación de las fiestas en honor a la Virgen de la Peña, que se celebrará en septiembre.
La trayectoria de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Calatayud comenzó en 1880 con la llegada de las cinco primeras monjas. El próximo 12 de febrero se conmemorarán los 140 años de presencia de las Hermanitas en la ciudad, un periodo de tiempo en el que se han dedicado a atender a personas de avanzada edad sin recursos.
“La congregación ejerció una labor encomiable hacia los más desfavorecidos durante décadas en las que no existía seguridad o prestaciones sociales en nuestro país. Esta vocación de servicio se ha mantenido en el tiempo y un siglo y medio después más de 3.000 personas se han beneficiado de la labor social de esta comunidad religiosa”, ha explicado José Hueso, teniente alcalde del Ayuntamiento.
La comunidad de religiosas atiende en la actualidad a 110 ancianos en su Residencia de Nuestra Señora la Virgen de la Peña. En este centro se encuentran ocho hermanas de la congregación y trabajan 45 personas. La residencia cuenta con un grupo de voluntarios vinculados a la comunidad que realizan labores de apoyo y contribuyen con sus donativos. Su actividad supone un apoyo a la asistencia de personas mayores en la localidad, ofreciendo un elevado número de plazas de residencia, que de otra manera escasearían en Calatayud.
La congregación se fundó en Barbastro y fue Calatayud el primer lugar donde tuvieron una comunidad. Tras su llegada a la ciudad acogieron a ancianos en una casa de la plaza de la Higuera y más tarde se ubicaron en el paseo Barón de Warsage hasta su posterior traslado a la residencia Nstra. Sra. la Virgen de la Peña.
Esta residencia se puso en funcionamiento en 1983 y está equipada con enfermería, salas de atención a ancianos, salones para convivencia, capilla, etc. Actualmente se está realizando una importante obra de reforma para adaptarla a nuevas necesidades y normativa, en una apuesta de la congregación por el servicio que se presta en Calatayud.