En el 75 aniversario de su erección canónica y el 25 de su primera salida procesional desde la iglesia de San Francisco, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Barbastro procesionó, de forma extraordinaria, el día 5 de octubre. Lo hizo con su paso titular, portado por cofrades de varias generaciones con claveles rojos, y acompañado por la sección de instrumentos, sacerdotes de la unidad pastoral y numerosos público. Los tambores resonaron en un recorrido para la historia, partiendo desde su actual sede canónica hasta llegar a la que durante muchos años fue su casa: el desaparecido convento de las Claras.
Allí, una placa de cerámica, obra de los artistas José María Lacoma y su esposa Elena Luis, recordará para siempre el lugar que, en palabras del hermano mayor de la Cofradía, Armando Linés, es el «kilómetro cero» de los nazarenos. «Nuestro Padre Jesús Nazareno pisó estas calles de Barbastro por primera vez saliendo desde aquí. Eso no hubiera sido posible sin el acogimiento de las hermanas Clarisas que nos acogieron, nos dieron cobijo y, a la vez, unieron nuestra cofradía con los vecinos de este barrio de San Hipólito», recordó Linés.
El sacerdote José María Ferrer, que presidió la eucaristía previa a la procesión, bendijo la placa ante los cofrades, nazarenos de Jaca, Huesca y Monzón, representantes de la Junta Coordinadora de Cofradías y de la Corporación Municipal. El alcalde, cofrade nazareno, recordó en su intervención a los primeros fundadores -Sedano, Lemús, Bravó, Sesé…- y «a dos piezas fundamentales para que este paso que tanto queremos y al que tenemos tanta devoción esté aquí: dos gitanos del barrio, el Perico y el Ferruchón».
El obispo, por su parte, entregó a Linés una cruz en madera de olivo en la que «la silueta de Cristo está troquelada, pero mi deseo es que cada nazareno ocupe el lugar de Cristo en las calles de Barbastro, ofreciendo un testimonio de vida coherente y comprometida».
Un comentario
Pregunta: sufragó Pedro Giménez Carmona, Perico, los gastos para su compra?