La U.D. Barbastro ha realizado la tradicional ofrenda a la Virgen del Pilar, en su capilla de la Catedral de Barbastro. El capitán de este equipo de 2ª REF, Javito, ha sido el encargado de depositar un ramo de flores y pedir, en representación de la directiva, cuerpo técnico, jugadores y afición, su guía y protección. «Guíanos en cada paso del camino, protégenos de las lesiones y dificultades, y ayúdanos a desempeñarnos con respeto dentro y fuera del campo. Bajo tu protección esperamos que esta temporada este llena de momentos y logros inolvidables», expresó el futbolista.
Previamente, el presidente del club barbastrense, Josan Fierro, que destacó la implicación de la entidad con la ciudad de Barbastro. «Venimos aquí a pedir a nuestra Virgen salud, trabajo y éxitos deportivos, no milagros; estos pedimos que se dirijan a la gente mas necesitada Venimos para encomendarnos a ti, Madre, en esta nueva etapa que estamos a punto de emprender. Nuestro equipo se presenta con la humildad de quienes buscan crecer a través del esfuerzo y la sana competición». Emocionado al recordar a los que ya no están, ratificó su compromiso «para construir no solo un equipo fuerte bajo nuestros colores, si no también a fomentar una familia de jugadores que mediante el fútbol, el esfuerzo y el mérito, aspiran a ser mejores profesionales y sobre todo mejores personas. Trabajaremos para construir un mundo mejor, siguiendo el ejemplo de dedicación y entrega que cada futbolista muestra en el campo de juego».
El obispo, don Ángel, junto al sacerdote Jaime Cruz y Silvia Peropadre, en representación de la Unidad Pastoral de Barbastro, les ha recibido y deseado un año lleno de bendiciones, con la Virgen del Pilar como guía. En su intervención, tuvo palabras para la Junta Directiva -cuya vocación de servicio alabó-, para el cuerpo técnico liderado por su entrenador -«por vuestra dedicación, enseñanza y liderazgo, para sacar lo mejor de cada uno»-, para los jugadores -«los que lleváis los colores con respeto y pasión»-, y para la afición. «el alma, quienes siempre están en los momentos difíciles».
Finalmente, el padre Jaime dirigió la oración a la Virgen, antes de la bendición de los asistentes y de los «vivas» a la Unión Deportiva, que cerraron el emotivo acto.