Como el Buen Pastor de la parábola que dejó a 99 ovejas para buscar a la que se había perdido, la Unidad Pastoral de Sobrarbe ha celebrado una nueva edición de la suelta del ganado en el Puerto de Góriz, una amplia zona de pastos. Esta jornada goza de gran tradición en la montaña y en ella se visibiliza la labor esencial que realizan tantos pastores en estas tierras pirenaicas.
Pastores y vecinos estuvieron acompañados por cuatro sacerdotes, encantados de poder aprender de la labor del pastoreo, tan semejante a la que ellos realizan, tratando de llegar a atender a todo el rebaño y sobre todo de protegerlo de los peligros. En esta ocasión, un número muy importante de vacas y una cantidad, aun visible, de ganado ovino comenzaron sus “vacaciones” en esas tierras tan cercanas al cielo, tras el conteo y la misa.
No faltó la comida de hermandad en la que todos los presentes pudieron compartir anécdotas y en la que se reclamó a las instituciones políticas que se fijen más en esta tierra y en la gente que en ella habita. Cuando se habla tanto de la despoblación, sobre todo en puntos como estas periferias pirenaicas, hay que agradecer que jóvenes y no tan jóvenes sigan trabajando muy duro para fijar población.