Como cada 29 de agosto se celebró ayer en Teruel la fiesta de los Santos Mártires, Juan de Perusa y Pedro de Saxoferrato, que son copatronos de la ciudad de Teruel.
La cofradía de Nuestra Señora de la Soledad participó en la procesión que partió de la Iglesia de los Santos Mártires a las 18:30 de la tarde y que tuvo que cambiar su recorrido por el derrumbe del edificio de la Calle San Francisco.
Este acto tiene lugar desde 1742, cuando una epidemia de infecciones intestinales provocó la muerte de muchos niños y las madres se encomendaron a los santos mártires franciscanos.
La procesión es conocida coloquialmente como de los «cagones», ya que los niños pequeños son los protagonistas. En esta celebración se bendicen de los niños y niñas nacidos en el último año. Tras la procesión se celebró la Eucaristía presidida por nuestro Obispo en el templo de «Los Franciscanos».
El párroco de Santos Mártires, Rafael Colomer, habló con los compañeros de Diario de Teruel y destacó la importancia de mantener esta procesión muy arraigada en Teruel. “Es una tradición que sobre todo que mira hacia el futuro porque mira justamente a los niños, son los niños los principales protagonistas, son los actores en esa procesión tanto ellos por medio de la banda como del acompañamiento que año tras año se viene repitiendo”.
