La localidad zaragozana de Perdiguera acogió en la tarde del pasado domingo diversos eventos, en conmemoración del centenario de la llegada de san Josemaría Escrivá al municipio, el 31 de marzo de 1925. El Ayuntamiento y la parroquia organizaron los actos, con una misa, una mesa redonda y la inaguración de la replaceta Mosén Josemaría Escrivá.
En la homilía de la misa se destacó que mosén Josemaría “comenzó aquí su vida sacerdotal, administrando los sacramentos; bautizando, confesando, celebrando la Misa. Por eso, muchos años después, cuando le preguntaban por sus primeros meses de sacerdocio, él decía que daba gracias a Dios por haber querido que pasara por aquí”.
Al final de la eucaristía se han leído unas palabras del arzobispo de Zaragoza, animando a encomendarse a la intercesión del santo, y señalando que Perdiguera puede decir: “San Josemaría es de todos, mosén Josemaría es nuestro”.
Después, ha tenido lugar la inauguración de una replaceta, que el párroco Roberto Aguado ha bendecido. José Manuel Usón, alcalde del municipio, ha presidido el acto, junto con la teniente de Alcalde, Ana Jaso, hija de uno de los niños bautizados por mosén Josemaría, y que recordaba haber sido bautizado por un santo, de cuyo paso por Perdiguera, dijo la concejala, “hemos oído contar a nuestros padres y abuelos, las bondades y dedicación que tenía para los vecinos”.
El Ayuntamiento acogió después un coloquio sobre «La herencia de Perdiguera en el mensaje de S. Josemaría», moderado por el periodista Juan Luis Saldaña y con unos doscientos asistentes. Participaron Francisco Baltar, catedrático de Historia del Derecho de la UZ, los vecinos Miguel Ángel Murillo y Asun Escuer además de Cristina de Salas, hija de una vecina de la localidad e historiadora, y la bióloga Nuria Mata.

Estos eventos han contribuido a valorar la memoria de Perdiguera y su vinculación con san Josemaría Escrivá, su legado y la influencia de su mensaje a lo largo del tiempo y en distintas partes del mundo.
Mensajes en el centenario
El sacerdocio y la oración por las vocaciones sacerdotales fueron los ejes de los actos conmemorativos celebrados en Zaragoza los días 27 y 28, al igual que en diversas ciudades relacionadas con su sacerdocio.
Juan Herráiz, de la Biblioteca Sacerdotal Alacet, organizadora de los actos, destacó que “queremos recordar la entrega y fidelidad de san Josemaría a su vocación sacerdotal y pedir al Señor la llamada al sacerdocio para muchos jóvenes”.
Entre otros ponentes, intervinieron el cardenal Lazzaro You Heung-sik, Prefecto del Dicasterio para el Clero, el arzobispo de Zaragoza Carlos Escribano, el prelado del Opus Dei Fernando Ocáriz y el historiador José Luis González Gullón.
Por su parte, tres sacerdotes compartieron su experiencia en lugares muy distintos. Se trata de Esteban Aranaz, sacerdote de la diócesis de Tarazona y misionero en China; el zaragozano Jorge de Salas, de la prelatura del Opus Dei, residente en Suecia y vicario judicial de la diócesis de Estocolmo; y Antonio Cobo, de la diócesis de Almería en la Alpujarra.
La iglesia del Real Seminario de San Carlos Borromeo, donde Josemaría recibió la ordenación fue sede de una vigilia de oración por las vocaciones sacerdotales, especialmente dirigida a seminaristas, jóvenes y familias y de la eucaristía concelebrada por el prelado del Opus Dei y unos 200 sacerdotes, en petición por los frutos de la santidad sacerdotal. La Fundación CARF colaboró con el programa organizado.