El Papa Francisco instituyó el Domingo de la Palabra de Dios, que en este 2021 celebramos el 24 de enero, en la carta apostólica «Aperuit illis», de la que ofrecemos un resumen.
«Después de la conclusión del Jubileo extraordinario de la misericordia, pedí que se pensara en «un domingo completamente dedicado a la Palabra de Dios, para comprender la riqueza inagotable que proviene de ese diálogo constante de Dios con su pueblo». Así pues, establezco que el III Domingo del Tiempo Ordinario esté dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios.
El día dedicado a la Biblia no ha de ser “una vez al año”, sino una vez para todo el año porque nos urge la necesidad de tener familiaridad e intimidad con la Sagrada Escritura. Con ella necesitamos entablar un constante trato de familiaridad; si no es así, el corazón se queda frío y los ojos permanecen cerrados, afectados como estamos por innumerables formas de ceguera. Jesucristo llama a nuestra puerta a través de la Sagrada Escritura; si escuchamos y abrimos la puerta de la mente y del corazón, entonces entra en nuestra vida y se queda con nosotros.
La Biblia no es una colección de libros de historia, ni de crónicas, sino que está totalmente dirigida a la salvación integral de la persona. La Biblia está compuesta como historia de salvación en la que Dios habla y actúa para ir al encuentro de todos los hombres y salvarlos del mal y de la muerte. Una interpelación clara que procede de la Sagrada Escritura se refiere a la caridad. La Palabra de Dios nos pide que vivamos en la caridad. La vida de Jesús es la expresión perfecta de este amor divino que no se queda con nada para sí mismo, sino que se ofrece a todos incondicionalmente.
La Palabra de Dios es capaz de abrir nuestros ojos para permitirnos salir del individualismo que conduce a la asfixia y la esterilidad, a la vez que nos manifiesta el camino del compartir y de la solidaridad. En el camino de escucha de la Palabra de Dios nos acompaña la Madre del Señor, reconocida como bienaventurada, porque creyó en el cumplimiento de lo que el Señor le había dicho (cf. Lc 1,45).»
Grupos de Lectura Orante de la Palabra de Dios
Nuestra diócesis ofrece, a través de grupos parroquiales en Barbastro, Monzón, Benabarre, Binéfar, Fonz, Fraga, Graus, Tamarite de Litera y Sobrarbe, un servicio de formación permanente que se basa en el estudio y comentario de diferentes libros de la Biblia. Este curso 2020-21, se centran en el Pentateuco: El verdadero Israel. Testigo del Dios liberador (Itinerario de vida cristiana a la luz del Pentateuco y los libros históricos). Varios años de funcionamiento están demostrando la eficacia de esta formación en la que animamos a participar.