Así nos lo dijo hace varios días en una de sus publicaciones en Instagram (@Franciscus) y nos lo ha vuelto a repetir en el último de sus vídeos de la Red Mundial de Oración del Papa. Francisco vuelve los ojos a la Madre de Dios, Madre de la Iglesia, para que nos ayude y nos proteja ante esta situación del Cóvid-19:
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.
En el vídeo el Papa agradece a todos los cristianos, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que rezan por este momento, todos unidos, cualquiera que sea la tradición religiosa a la que pertenezcan.
Además, el Papa nos recuerda cómo podemos obtener el perdón de Dios por nuestros pecados al no poder salir de casa para confesarnos.
Francisco aclara esta situación acudiendo a los números 1451 y 1452 del Catecismo de la Iglesia Católica: «Es muy claro: si no encuentras un sacerdote para confesarte -explicó el Pontífice-, habla con Dios, que es tu Padre, y dile la verdad: ‘Señor, he hecho esto, esto, esto… Perdóname’, y pídele perdón con todo mi corazón, con el Acto de Dolor, y prométele: ‘Me confesaré más tarde, pero perdóname ahora’. Y de inmediato, volverás a la gracia de Dios. Tú mismo puedes acercarte, como nos enseña el Catecismo, al perdón de Dios sin tener un sacerdote a mano. Piensa en ello: ¡es la hora! Y este es el momento adecuado, el momento oportuno. Un acto de dolor bien hecho, y así nuestra alma se volverá blanca como la nieve».