La oración de las religiosas de vida contemplativa nos consuela estos días

Diócesis de Tarazona
20 de marzo de 2020

Los conventos y monasterios de vida contemplativa de nuestra diócesis de Tarazona están elevando sus rezos y oraciones por «el bien de la humanidad» en esta época tan difícil para todos. Unas plegarias que pueden ayudar a mucha gente por el consuelo que supone.

En el Monasterio de las MM. Clarisas de Borja cada día las doce hermanas tocan las campanas a la hora del Ángelus, uniéndose con la oración y las preces especiales enviadas por el Papa.

Desde el momento en que supieron la existencia de la pandemia comenzaron a pedirle al Señor por su misericordia y rezan la oración del Papa cada día en la eucarístia, tras la que el Santísimo queda expuesto. En este convento de Borja, también el Rosario se realiza en comunidad sobre las 3.30 y después de vísperas y la oración personal, el rosario de ese día. Cuando finaliza la jornada, es la Salve la oración que se hace para pedir por aquellos que están cerca de la muerte y los que están solos,  para que sientan el consuelo de la Virgen. Tampoco se olvidan de los sanitarios que están salvando vidas y poniendo en riesgo la suya.
Comunidad de religiosas de Santa Clara de Borja
Las monjas del Monasterio de las MM Carmelitas de Maluenda están llevando su misión de contemplativas «con mayor fervor e intensidad», nos dicen, y ruegan a Dios «para que nos ayude, tenga piedad y fortalezca a los contagiados y a los que exponen su vida trabajando en los hospitales, a policías, sacerdotes y a todo el pueblo Santo de Dios en el mundo». Por todo ello, realizan a las 12.30 la Procesión de las Rogativas, para después rezar el Santo Rosario. Por la mañana, a las 9 celebran la eucaristía por las mismas intenciones y exponen el Santísimo desde las 6.30 hasta las 8 horas. Cada media hora es una de las hermanas la que está a los pies del Santísimo, además de las horas que tienen establecidas.
Las Hermanas Concepcionistas de Borja inician su jornada con la eucaristía de las 9 de la mañana y después se unen al rezo del Ángelus con el toque de las campanas. Seguidamente, rezan el Rosario en el que piden por los enfermos, médicos y enfermeras, voluntarios y policías. Por la tarde, desde las 17 horas hasta las 20.30, realizan la adoración al Santísimo finalizando con las Vísperas.
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