La Misa Crismal reúne a todos los sacerdotes de la Diócesis de Tarazona en la Catedral

Marta Latorre
13 de abril de 2022

La S.I Catedral de Ntra. Sra. de la Huerta de Tarazona ha acogido esta mañana la Misa Crismal que en la Diócesis de Tarazona tiene lugar cada Miércoles Santo. Los sacerdotes de la Diócesis han podido reunirse hoy después de dos años sin poder hacerlo. El primero de la pandemia porque la ceremonia fue a puerta cerrada y el año pasado porque hubo restricciones y no pudieron estar todos.

La eucaristía ha comenzado con la salida de todos los sacerdotes de la sacristía en comitiva que cerraba el obispo de Tarazona. Una vez que todos se han colocado en el altar mayor y en los primeros bancos ha dado inicio la celebración que ha contado con un gran número de fieles.

«FIÉMONOS DE CRISTO PORQUE ÉL SIEMPRE NOS VA A SER FIEL»
El obispo, Mons. Eusebio Hernández Sola, ha centrado su homilía en la fidelidad de Cristo y ha destacado que él fue fiel «hasta el final». Ha pedido a los sacerdotes que cuando les fallen las fuerzas acudan a Jesús y se acuerden de esa fidelidad que de tanto le sirvió para la misión que se le encomendó. «Fiémonos de Cristo porque él siempre nos va a ser fiel» ha repetido. A los fieles les ha dicho que confíen en sus párrocos, que les pidan ayuda cuando la necesiten y que sobre todo «los queráis».

D. Eusebio ha tenido palabras de recuerdo para los sacerdotes que están enfermos, para el P. Aurelio Repollés, fallecido el año pasado, por los que se encuentran en las misiones, Florián Cuenca y Vicente Patzán, que están en Cochabamba, y por Esteban Aranaz que desarrolla su labor pastoral en China. Asimismo, ha felicitado a Miguel Antonio Franco que este año celebra los 25 años de su ordenación.

Al finalizar la homilía, los presbíteros han renovado sus promesas sacerdotales en las que han expresado la comunión con su obispo y han pedido al Señor que siga infundiendo la fidelidad y perseverancia en todos ellos.

En esta solemne eucaristía se ha consagrado también el Crisma y se han bendecido los óleos que serán usados para impartir los sacramentos. El Santo Crisma servirá para ungir a los bautizados, a aquellos que se confirman y para consagrar a los sacerdotes, templos y altares. El Óleo de Catecúmenos se utiliza en el Bautismo como signo de la fortaleza de Cristo y el de Enfermos es el exclusivo para la Unción de Enfermos, con el que se pide por su salud física y espiritual.

Tras la celebración, los sacerdotes han disfrutado de una comida de hermandad en el Seminario de Tarazona

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