La Iglesia que peregrina en Aragón se une en oración por el eterno descanso del papa Francisco, fallecido este lunes en el Vaticano a los 88 años. En un gesto de comunión y gratitud, todas las diócesis aragonesas celebrarán misas exequiales en sus catedrales para rendir homenaje al pontífice que guio a la Iglesia universal durante doce intensos años de servicio, marcados por su cercanía, su sencillez y su incansable invitación a vivir con esperanza.
Las celebraciones tendrán lugar en las siguientes fechas:
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Tarazona: Lunes 28 de abril a las 20:00 h en la Catedral.
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Teruel y Albarracín: Sábado a las 17:00 h en la Catedral.
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Zaragoza: Domingo a las 20:00 h en la Catedral Basílica del Pilar.
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Jaca: Lunes a las 12:00 h en la Catedral.
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Huesca: Lunes a las 18:00 h.
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Barbastro-Monzón: Domingo 27 a las 19:00 h.
Un testimonio que deja huella
Los obispos de Aragón han expresado su dolor ante la pérdida del pontífice, al tiempo que han manifestado su profunda gratitud por su vida y su ministerio.
Desde Zaragoza, el arzobispo ha subrayado la intensidad y entrega del papa Francisco durante su pontificado. «Hoy le despedimos con dolor en el corazón, pero también con gratitud», señala el comunicado oficial. Recordando las palabras del papa en su última bendición pascual, ha hecho un llamamiento a orar por la paz y a mantener viva la esperanza: «El Señor es la esperanza que no defrauda, ese abrazo profundo que Dios le está dando al papa Francisco en estos momentos».
El obispo de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué, ha remarcado el «testimonio de sencillez, cercanía y esperanza» que caracterizó al Santo Padre, a quien describió como «un faro luminoso» y «pastor universal» entregado a los pobres, defensor de la paz y la justicia.
En Tarazona, el obispo Vicente Rebollo ha enmarcado su fallecimiento en el contexto pascual: «Ha muerto saboreando la buena noticia de la resurrección de Cristo». En sus palabras, Francisco fue «el gran profeta de la esperanza, el pastor de los pobres, el cuidador de los más débiles».
Gratitud y oración desde el Alto Aragón
Desde las diócesis de Huesca y Jaca, el obispo electo, Pedro Aguado, ha expresado un profundo agradecimiento: «Gracias al papa entendemos mejor el mensaje central de Jesús. Nos enseñó a ser bienaventurados en la vida real, con hechos concretos». Ha invitado a sus fieles a orar por él y a prepararse para la llegada del nuevo pastor que el Espíritu Santo conceda a la Iglesia.
Un legado de ternura y audacia
El obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, ha evocado la «ternura del papa Francisco», clave de su pontificado, y ha recordado emocionado la llamada del 27 de diciembre de 2014 en la que el Santo Padre le animó a «atreverse» como nuevo obispo. «No te mando a Barbastro para administrar miserias, sino a generar nuevas expectativas», le dijo entonces el papa. Pérez ha subrayado que Francisco estuvo siempre atento a los procesos pastorales y sinodales de la diócesis, y comprometido con el camino hacia la beatificación de sus mártires.
Un último adiós lleno de esperanza
Con estas celebraciones y palabras, la Iglesia en Aragón se despide del papa Francisco, agradecida por su entrega y guiada por su testimonio de Evangelio vivo. En comunión con toda la Iglesia universal, el pueblo fiel ora por quien supo ser «el consuelo de Cristo» para tantos, y encomienda su alma a la misericordia del Padre, sabiendo que el pastor sigue velando por su rebaño desde la casa del cielo.