Muchos turiasonenses se acercaron ayer hasta la ermita de San Vicente que fue reabierta con motivo de la celebración de la fiesta de titular.
La reapertura ha sido posible gracias a las aportaciones hechas por los feligreses de la parroquia de San Francisco, que han posibilitado su rehabilitación consistente en pintarla y en arreglar el tejado.
A primeras horas de la tarde tuvo lugar una eucaristía celebrada por don Javier Calvillo en la que la imagen del santo, recién restaurada por la Fundación Tarazona Monumental, presidió la celebración, a la que asistió un numeroso grupo de personas, que abarrotaron el templo.
Al finalizar la misa, muchas de ellas cumplieron con la tradición comiéndose el pastel de chorizo en los aledaños de la ermita de San Vicente.