El pasado sábado, 11 de junio, asistimos en Madrid a la Asamblea Final Sinodal de la etapa diocesana tres personas, Ana, Mª Dolores y Antonio, representando a la Diócesis de Tarazona. Fue una experiencia gozosa y muy bien organizada.
En un espacio cercano se encontraba expuesto el Santísimo y un grupo de personas oraban mientras tenía lugar la Asamblea. Nos sentimos identificados como dijo el cardenal Omella con el pueblo de Israel que caminaba por el desierto llevando la Tienda del Encuentro.
Se nos animó a continuar este camino sinodal que no tiene que quedarse en un momento puntual, sino que debe ser el inicio de un largo recorrido, sabiendo que el Espíritu Santo camina con nosotros, suscitando un nuevo tiempo para la Iglesia, para aprender juntos a escuchar con el fin de discernir lo que Dios quiere decirnos para seguir construyendo la Iglesia del futuro, llevando a cabo la labor misionera que se nos confió y bajo su guía.
En esta parte del camino sinodal, la acción del Espíritu ya ha sido clara, marcando un antes y un después y que pudimos constatar en los testimonios.
Gracias Señor por este encuentro. ¡A ti sea la gloria!
