Ester Casorrán trabaja, de primera mano, con la historia del Pilar. Historiadora y técnico del archivo pilarista desde 2007. Cataloga y digitaliza todos documentos sobre la Virgen del Pilar datados desde el siglo XII hasta hoy. Entre los más antiguos que se conservan destaca el valor histórico del documento de Los Jurados de 1299.
En estos queda constancia de los milagros de la Virgen y de la cantidad de peregrinos que ya visitaban Zaragoza en esa época, atraídos por los hechos sobrenaturales. En la actualidad, la devoción popular se sigue observando en algunos detalles: “Mucha gente echa una prerrogativa en las cajetas de la limosna con peticiones a la Virgen y nosotros las guardamos para que se conserven y sean historia”, explica Casorrán.
En 2013, la especialista publicó un libro junto con el canónigo Tomás Domingo donde recopilaban las noticias relacionadas con los milagros y que denominaron el Fondo de los Milagros. Ester Casorrán afirma que en el esos documentos se dio cuenta de que el motor de la devoción a la Virgen del Pilar está más relacionada con los milagros que con la Venida. De hecho, el milagro más extraordinario y que más trascendió fue el de Calanda.
600 mantos
En la actualidad, la Virgen ronda los 600 mantos y el más antiguo es el Manto del Cabildo de finales del XVII. “La Virgen del Pilar tiene más mantos de los que le da tiempo a ponerse”, comenta. La primera donación documentada se produjo en 1491 y apareció en una noticia sobre un milagro: “En ella la Condesa de Ribagorza le pide a la Virgen que sane a su hijo y le dona un manto para que se lo conceda”. Ester Casorrán explica que este hecho no significa que sea la primera donación, ya que en noticia no queda reflejado como algo extraordinario, sino como una práctica habitual.
La talla de la Virgen
El elemento fundamental de la devoción es el Pilar, pero a partir del siglo XVII se promovió la devoción a la talla de la Virgen. Y, según explica Casorrán, a partir del siglo XVII se empezó a decir que “la Virgen en La Venida trajo el Pilar y también la talla de la Virgen”. Pero las medidas del siglo XIX y las actuales son muy diferentes debido a la colocación del manto. “Ahora el manto solo se pone alrededor de la columna y vemos toda la talla de la Virgen, pero antes se ponía más arriba y solo se le veía la cara de la la imagen. Esto lo descubrimos hace poco con José María Bordetas porque nos pusimos a medir todo lo que se podía poner. Y, efectivamente, nos salieron los datos clavados”, explica.