La Colegiata del Santo Sepulcro celebra su Dedicación y nombra nuevo prior

Marta Latorre
24 de febrero de 2020

Este fin de semana,  la colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud ha celebrado dos ceremonias muy solemnes y significativas. Por un lado, ha tenido lugar el nombramiento de Javier Sanz, su actual párroco, como nuevo prior y, por otro, se ha llevado a cabo la Santa Misa de la Dedicación del templo por parte del obispo de la diócesis de Tarazona, Mons. Eusebio Hernández Sola.  Esta última celebración es algo muy significativo para una iglesia pues sólo se realiza una vez.

El nuevo prior, Javier Sanz,  ha hablado con Iglesia en Aragón y nos ha explicado en qué consisten estos actos y cuál es su significado.

-¿Cuáles van a ser sus funciones como prior del Santo Sepulcro y qué significa desempeñar este cargo?
La Iglesia del Santo Sepulcro es una Colegiata, es decir, un templo donde hay un grupo de sacerdotes que forman un Cabildo (como, por ejemplo, en la Catedral). Dentro de cualquier Cabildo hay una serie de cargos que ostentan los distintos canónigos, y, además, uno de ellos es el que preside a los demás. Este presidente puede tener distintas denominaciones: en la Catedral de Tarazona recibe el título de Deán; en la Colegiata de Santa María de Calatayud, el de Abad; y en el caso de la Colegiata del Santo Sepulcro, el de Prior. En el caso del Cabildo del Santo Sepulcro hay una peculiaridad más, y es que, desde tiempo inmemorial, los Caballeros de la Orden del Santo Sepulcro, y, desde el año pasado también las Damas, son canónigos honorarios.

A fin de cuentas, la labor del Cabildo, y, por tanto, también del Prior, es doble: fomentar la oración y vida espiritual y, por supuesto (porque es inseparable si ponemos en práctica el famoso axioma lex orandi, lex credendi, lex vivendi) llevar al mundo el mensaje del Evangelio no sólo de palabra, sino también de obra, formando a los laicos, favoreciendo la vida de piedad, atendiendo a los pobres y enfermos procurando ver en ellos el rostro de Cristo.

-¿Qué diferencias hay con el cargo de párroco y a quién sustituye?
En el caso del Santo Sepulcro, desde 1901, la persona del párroco va unida a la de prior por expreso deseo del Papa León XIII, en el Breve “Sancta Templa Dei”. Por eso aquí no hay diferencia, pues el párroco es el prior. Hasta ahora había ostentado este cargo D. Miguel González Soriano, que, al jubilarse, pasó a ser canónigo emérito del Cabildo, pero, gracias a Dios, sigue colaborando en la Colegiata, al igual que otro canónigo emérito, D. Juan Martínez Vela.

-¿Cómo fue la ceremonia del nombramiento?
La toma de posesión fue un acto sencillo: tras la lectura del nombramiento, el anterior prior bendijo e impuso la cruz pectoral, signo de los canónigos del Santo Sepulcro, y, a continuación, se accedió al coro para tomar posesión de la sede del prior. Después se rezaron vísperas con toda la comunidad asistente.

-Y el domingo fue la Santa Misa en la Dedicación por el Sr. Obispo, Mons. Eusebio Hernández Sola.
Son dos celebraciones distintas, mucho más importante, sin duda, la del domingo, ya que sólo puede hacerse una vez. El domingo se dedicó el Altar y el Templo del Santo Sepulcro. Normalmente cuando se construye una iglesia (o se reforma drásticamente) se suele dedicar, es decir, poner bajo la protección de Dios para que sea un recinto de oración especialmente dedicado a Él, o, al menos, bendecir. En el caso de esta iglesia, solamente fue bendecida el 9 de noviembre de 1614 por el entonces prior Juan de Palafox. Por lo tanto, estaba bendecida, pero no dedicada. Como estamos tramitando en este momento la solicitud del título de Basílica Menor, una de las cosas que había que hacer era dedicar la Iglesia, y esto es lo que hicimos el domingo. Con una serie de signos sencillos (agua, incienso, crisma, luz) quedó dedicada. A fin de cuentas es como un paralelismo con el bautismo. Como recordó D. Eusebio, todos los bautizados somos templos del Espíritu Santo. Y, así como al bautizar a una persona se emplean signos similares (agua, crisma, luz), también al dedicar la Iglesia se significó de forma visible lo que para nosotros es invisible.

Cuénteme algo de la historia del Santo Sepulcro, sobre la  Orden Ecuestre del Santo Sepulcro y su relación con el templo, qué relación va a tener ahora con ellos como prior…
La Orden del Santo Sepulcro llega a Calatayud alrededor del año 1150. Es entonces cuando construyen la primera iglesia en este mismo lugar (después se construyó otra en el mismo sitio en el siglo XIV, y luego la actual entre 1605 y 1613). Aquí permaneció de forma ininterrumpida hasta 1852, cuando, tras la desamortización de Mendizábal expulsan al último prior y la Colegiata pasa a ser parroquia. En 1901 se solicita a la Santa Sede que devuelva este título, y así lo hace León XIII, pero con la salvedad de que ahora los canónigos serán miembros del clero diocesano.  La Iglesia del Santo Sepulcro de Calatayud tiene, además, una característica singular, ya que, en el siglo XV se suprimió la Orden, y todos los bienes pasaron a la Orden de San Juan del Hospital. Pero Fernando el Católico intercedió ante el Papa para que la Colegiata de Calatayud permaneciera como Orden del Santo Sepulcro, logrando así que quedase prácticamente como la único reducto de la Orden. Es por esto, y por ser la primera fundación de esta Orden fuera de Jerusalén, por lo que se considera esta Iglesia Casa Madre de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro en España, realizándose aquí el único Capítulo General de la Orden.

 

 

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