En El Salvador se encuentra el misionero binacetense Juan Carlos Fortón, entregado a la pastoral penitenciaria. Con su testimonio cerramos la serie que hemos dedicado esta semana a preparar el Domund 2020.
«Mi nombre es Juan Carlos Fortón, soy natural de Binaced (Huesca), y religioso de la Orden de la Merced. Hace 11 años que fui destinado a la comunidad mercedaria de El Salvador C.A., donde casi siempre hemos estado tan sólo dos de comunidad. En este tiempo siempre me he dedicado a la Pastoral Penitenciaria, visitando los penales y organizando las actividades religiosas y sociales como coordinador nacional.
Nuestro carisma redentor como mercedarios, incluye no sólo la visita a los recintos penitenciarios, sino también la prevención y reinserción social; por eso, atendemos a 55 jóvenes, en tres hogares, desde donde promovemos por medio del estudio, la prevención del delito y un mejor futuro con una buena formación y con principios cristianos. También tenemos dos residencias para personas sin hogar, exreclusos extranjeros o sin apoyo familiar. Así mismo, incentivamos el estudio de 230 niños con la ayuda de los apadrinamientos, pues el apoyo que se les entrega por medio de víveres, siempre está condicionado al esfuerzo en sus estudios.
Estamos en contacto con las comunidades más pobres alrededor de nuestra parroquia, y les ayudamos en sus necesidades en cuanto a la salud, con entrega de víveres y con la mejora de las sencillas viviendas que en su mayoría están elaboradas a base de láminas, caña de bambú y lodo. Desde este rincón de Centroamérica nos unimos a todos usted, sabiendo que todos tenemos nuestra personal misión como cristianos, ahí donde y con quien Dios nos ha colocado.
Un abrazo.»