Este domingo 26 de septiembre, se celebra la 107ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. El papa Francisco nos propone cómo lema “Hacia un nosotros cada vez más grande”, queriendo así indicar un horizonte claro para nuestro camino común en este mundo. En su mensaje para esta jornada nos recuerda que «los fieles católicos están llamados a comprometerse, cada uno a partir de la comunidad en la que vive, para que la Iglesia sea siempre más inclusiva».
La archidiócesis de Zaragoza celebrará esta Jornada con una Eucaristía a las 11.00 en la Iglesia Santa Maria, Madre de la Iglesia y un encuentro y comida con las distintas comunidades y grupos de migrantes que trabajan en la Delegación de Migraciones:
- Comunidad china católica que celebra la eucaristía cada sábado en San Valero
- Comunidad latina que se reúne en San Juan de los Panetes, y que realizan catequesis, acogidas y son sede del banco de alimentos,
- Grupo de migrantes de la parroquia Nuestra Señora del Portillo,
- Comunidad rumana católica que celebra sus eucaristías y catequesis en la iglesia de Santa María Madre de la Iglesia
- Comunidad africana subsahariana que se reúne en Santo Dominguito de Val.
- La Asociación Peregrinos de Esperanza que en la parroquia de Cristo Rey están realizando un magnífico trabajo de acogida y acompañamiento a familias migrantes
En nuestra Diócesis viven unas 115.000 personas de otros países, lo que representa un 12,3% de los habitantes. El mayor número de esta población migrante es proveniente de Rumanía con un 31%, seguida de Marruecos con 10,5% y de Nicaragua con un 7,3% de habitantes.
Esta diversidad nos da la oportunidad de vivir lo que el Papa Francisco nos recuerda “El encuentro con los migrantes y refugiados de otras confesiones y religiones es un terreno fértil para el desarrollo de un diálogo ecuménico e interreligioso sincero y enriquecedor»
También el Santo Padre nos invita a la Iglesia a salir a las calles de las periferias existenciales para curar a quien está herido y buscar a quien está perdido, dispuesta a ensanchar el espacio de su tienda para acoger a todos. En este sentido, la iniciativa diocesana de la Mesa por la Hospitalidad, ha acogido desde octubre 2019 a más de 30 familias refugiadas.
«Sigamos creyendo que somos una sola humanidad, compañeros del mismo viaje, hijos e hijas de esta misma tierra que es nuestra casa común, todos hermanos y hermanas» (FT,8).