El arzobispo de Zaragoza, monseñor Carlos Escribano, ha nombrado ecónomo diocesano a Joaquín Abellanas, que sustituirá al hasta ahora responsable de la administración diocesana, Jaime Sanaú.
El nuevo ecónomo tomará posesión del cargo el próximo veintiséis de abril en un acto público en la Casa de la Iglesia. Hasta entonces, Sanaú seguirá desempeñando el cargo en funciones.
Para proceder a dicha designación, el Arzobispo ha realizado las consultas previas al Colegio de Consultores y al Consejo de Asuntos Económicos, tal como prescribe el Código de Derecho Canónico (canon 494). Este canon es el que regula las condiciones de idoneidad del ecónomo diocesano, “experto en materia económica y reconocida honradez”.
Monseñor Escribano ha agradecido el trabajo realizado por Sanaú desde septiembre de 2017, quien de forma voluntaria ha desarrollado la labor de ecónomo diocesano, compaginándola con la de profesor titular de Economía en la Universidad de Zaragoza. Jaime Sanaú ha realizado durante estos años una importante labor en pro de la transparencia económica de la diócesis.
La clave está en las personas
Nacido en Zaragoza (1970), casado y padre de cinco hijos, Joaquín Abellanas es licenciado en Económicas por la Universidad de Zaragoza y Programa de Desarrollo Directivo por el IESE Business School.
El nuevo ecónomo ha centrado su trayectoria profesional en el sector financiero, desarrollando un modelo de responsabilidad basado en la confianza, la cercanía y la profesionalidad. La clave de la economía, según Abellanas, “no es focalizar la actividad en las cosas, en los resultados, en los productos, sino en las personas”.