El pasado mes de mayo quedaron constituidos los nuevos consejos diocesanos de Pastoral y Presbiteral. En las sesiones celebradas por ambos consejos, tanto en el mes de mayo como en el mes de junio, se ha estado trabajando principalmente, en la reflexión sobre el nuevo Proyecto Diocesano de Pastoral con la pretensión de iluminar los retos pastorales que este momento histórico nos plantea.
El Proyecto se pone en marcha con una triple intención: en primer lugar, el deseo de crear comunidad, fortaleciendo la comunión eclesial en nuestra diócesis. También, con la intención de ayudar a los fieles a descubrir su vocación bautismal a través de un discernimiento necesario que nos lleve a la vida plena. Y, en tercer lugar, pretende ayudarnos a tomar conciencia de que nuestra Iglesia debe estar en un estado de misión permanente que nos lleve a todos a descubrirnos como discípulos misioneros.
Un Proyecto que debe implicar a todos los que formamos parte de la vida de la Diócesis, tanto de las ciudades como de los pueblos. A los sacerdotes, religiosos y laicos que vivimos nuestra fe en parroquias, movimientos, asociaciones, colegios, arciprestazgos etc. Todos debemos adentrarnos en un discernimiento comunitario que nos ayude, desde la presencia del Espíritu, a buscar caminos nuevos de evangelización.
Un Proyecto pensado para los presentes que formamos parte activa de la Iglesia, con la idea de renovar la vida de nuestras comunidades cristianas. Sí, renovar la vida de nuestras parroquias y transformar nuestras estructuras diocesanas para adaptarnos mejor a una Iglesia que debe ser más misionera y samaritana. Cuidando también a los alejados, con la idea de integrar a todos los que se sintieron parte de la comunidad y que hoy, por distintos motivos, viven su fe alejados de la Iglesia. Y pensando también en los ausentes, saliendo en busca de aquellos a los que todavía no les hemos anunciado la buena noticia del Evangelio, en nuestra querida tierra.
¿Y cómo llevar adelante este Proyecto de Pastoral? Poniendo en marcha un proceso que, desde la propuesta metodológica del ‘reconocer, interpretar y elegir’ (propuesto por el papa Francisco), nos ayude a acometer la renovación pastoral de nuestra diócesis.
Para organizar toda esta tarea, se ha pensado constituir un grupo coordinador dentro de la delegación para el Seguimiento del Plan Diocesano de Pastoral. Este equipo, en relación constante con los consejos Diocesano de Pastoral y Presbiteral, irá dinamizando estos trabajos y proponiendo, en los próximos meses, algunas iniciativas que nos ayuden a ilusionarnos y a poner en marcha este reto evangelizador que tenemos por delante.
Os pido que, en estos meses de verano, recéis confiadamente al Señor y a nuestra Madre, la Virgen del Pilar, para que nuestra Iglesia diocesana tenga sabiduría, creatividad y audacia a la hora de llevar adelante este nuevo Proyecto Pastoral.