Fieles, comunidades religiosas y sacerdotes de la diócesis de Huesca asistieron este lunes 28 de abril en la catedral a la misa funeral de carácter diocesano por el papa Francisco, que estuvo presidida por el administrador apostólico, monseñor Vicente Jiménez Zamora, y contó con la asistencia de autoridades civiles y militares. Cientos de personas se unieron para rendir homenaje y despedirse del Santo Padre con el acompañamiento musical del coro de la catedral. En el lunes de la segunda semana de Pascua, la celebración sirvió además para dar gracias a Dios por la labor de Francisco durante 12 años como Sucesor de Pedro.
En su homilía, monseñor Vicente Jiménez Zamora expresó que “la mejor forma de hablar de su muerte es aprender la lección de su vida y poner en práctica el rico legado que nos deja como testamento”. La vida y ministerio de Francisco han sido “un camino de servicio al Señor, a su Iglesia y al mundo entero desde la entrega hasta el último día de su vida terrena”, añadió el administrador apostólico.
Como en buen pastor, Francisco amó a sus ovejas “hasta dar por ellas su propia vida. Ha sido un pastor bueno en medio de su pueblo con el corazón abierto a todos; el papa de la misericordia con los pobres; de la sinodalidad para promover la comunión, la participación y la misión de todos los bautizados; el papa del diálogo ecuménico e interreligioso; el papa del amor tierno a la Virgen, “Salus Pópuli Romani” a la que confió su pontificado”, y ha elegido para descansar esperando la resurrección de los muertos en una capilla de la basílica mariana de santa María la Mayor.
En sus encíclicas, exhortaciones apostólicas y diversos escritos, el Santo Padre ha hablado “teologalmente de Dios, testimonialmente de Cristo, como hermano mayor de la Iglesia y con honda sabiduría y contrastada experiencia sobre el hombre”. Ha sido “la conciencia del mundo; el líder moral de la humanidad y el gran testigo del Evangelio de la misericordia y de esperanza de Jesucristo”, especialmente con la convocatoria del último Jubileo 2025 con el lema Peregrinos de esperanza.
Monseñor Vicente Jiménez Zamora siguió reflexionando acerca de que, sea quien sea el papa, “es siempre Pedro quien vive en él; es Pedro quien dirige y gobierna; es Pedro, sobre todo, quien enseña y difunde por el mundo la luz de la verdad salvadora”. Por su edad ha conocido a Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, “y lo será el próximo papa elegido”, un nuevo papa “según el corazón de Dios, como lo ha sido el papa Francisco y los grandes pontífices de los siglos XX y XXI”.
Con emoción, deseó que “descanse en paz nuestro querido papa Francisco. Que este siervo bueno y fiel entre a disfrutar del gozo de su Señor y celebre en la gloria la Pascua eterna”.
Para finalizar, se rezó un responso y los asistentes pudieron firmar en el libro de condolencias dispuesto a tal efecto. El libro estará disponible a partir de este martes en el Obispado de Huesca para todos los fieles que deseen expresar sus condolencias.