Francisco en Kazajistán: “Solo crecemos con los demás y gracias a los demás”

Iglesia en Aragón
19 de septiembre de 2022

El papa Francisco visitó Kazajistán del 13 al 15 de septiembre. Allí, como un “peregrino de la paz”, participó en el VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales. Además de esta presencia, se encontró con el presidente de la República, los miembros de la Compañía de Jesús y los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, seminaristas y agentes pastorales.

Vatican News | Redacción. ¿Cómo es Kazajistán? Una respuesta solvente es la de monseñor José Luis Mumbiela Sierra, obispo de la diócesis de la Santísima Trinidad en Almaty, un aragonés, de Monzón por más señas, que en el mes de febrero de 1998 fue enviado a Kazajistán como sacerdote misionero. El día 5 de marzo de 2011, Benedicto XVI lo nombró obispo de Almaty, a la cual pertenece desde que llegó a este país.

Mumbiela, que también es presidente de la conferencia episcopal de Kazajistán, ha destacado que “el Papa ha venido a decirnos que no estamos solos, que tenemos que seguir adelante” en un país de mayoría musulmana (70%), con sólo 25% de cristianos, de los cuales apenas un 1% son católicos, en el que últimamente se han desarrollado graves disturbios y una gran crisis social.

El origen de los cristianos en Kazajistán es muy variado: “Gran parte de los católicos se encuentra en el norte del país, donde la mayoría son polacos. En las ciudades grandes, donde hay más mezclas, hay personas de procedencia más variada. Por ejemplo, hay muchos coreanos, deportados en el pasado, que son católicos. También hay gente que no era cristiana que se convierte al catolicismo”, explica Mumbiela.

El Evangelio que engancha

Para el obispo de Almaty, la evangelización en este país “es un río que fluye sin cesar, porque se ven atraídos por el mensaje de la Iglesia. La gente se siente atraída, no porque hablemos un ruso espectacular, no tenemos una flauta encantadora; se ven atraídos en su corazón, no porque tengamos grandes virtudes, sino por la gracia de Dios”.

Esta es la historia Aset, un musulmán kazajo convertido a Jesús. Aset acudía a mezquitas, estudiaba árabe e incluso había probado la experiencia de acercarse al mundo budista. Pero se dio cuenta de que ese no era su camino. Mientras tanto, crecía su fascinación por Cristo y la Iglesia que «es vida». A la edad de 21 años, tomó la decisión de bautizarse.

Monseñor Mumbiela valora la visita de Francisco como una fiesta de la fe, “una fiesta de familia, precisa. Para nosotros, el Papa no es solo un jefe de Estado, no es solo el jefe de Estado del Vaticano, acá sucede otra cosa. Viene alguien que es muy cercano a todos nosotros, viene un padre. En esta tierra se quiere mucho a los papas, independientemente de quién sea”.

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