Vicente Altaba Gargallo, sacerdote de Teruel y Albarracín, y Armando Cester Martínez, médico, bombero y teólogo, de la Diócesis de Zaragoza, nos ofrecen un nuevo libro orientado a cultivar la mística de la caridad, ese espacio interior que mueve y da sentido al compromiso cristiano pues, como dice el Papa Francisco, “no sirve una espiritualidad sin una fuerte praxis social, ni sirve una praxis social sin una espiritualidad que transforme el corazón” (EG. nº 262),
Por otra parte, el magisterio social de la Iglesia nos advierte repetidamente que nuestra espiritualidad no es una espiritualidad cualquiera, sino una espiritualidad centrada en Cristo y alimentada y celebrada en el sacramento de la Eucaristía (Cf. DCE nº 13; ISP nº 38). Y esta es la espiritualidad que nos presentan.
Cuando esto se descubre, Eucaristía y caridad se comprenden y viven como realidades que mutuamente se implican y nunca se pueden disociar, de modo que la Eucaristía nos lleva a vivir la caridad y la experiencia de la caridad nos remite a alimentar y celebrar nuestro servicio en la Eucaristía.
A esto responde el libro títulado “Eucaristía y caridad. Para vivir y celebrar la mística eucarística de la caridad”, cuidadosamente editado por Cáritas Española. Un libro escrito a dúo por un sacerdote y un laico conocedores de la entraña del servicio caritativo y social por los diversos servicios que han prestado a Cáritas en el ámbito nacional e internacional y ambos profesores de Teología.
Su objetivo, como explicita el subtítulo, ayudarnos a vivir y a celebrar la mística eucarística de la caridad. En los tres capítulos de la obra se reflexiona en el tema, con profundidad y lenguaje asequible, desde tres perspectivas mutuamente complementarias: teológica, litúrgica y pastoral o práctica. Todo acompañado de guías para la reflexión, la oración y el compromiso.
Con ello confían los autores que “sea una aportación provechosa para entrar en el misterio de la Eucaristía como sacramento del amor, como celebración litúrgica de nuestra vida entregada con la vida entregada de Jesús, y como criterio práctico, orientador en el ejercicio de la caridad”.
Como dice de él el Cardenal Omella, un libro de teólogos acompañantes de laicos “para reflexionar, trabajar, orar y que lleve al compromiso”.
