El Instituto de Estudios Turolenses incluye un nuevo ciclo de conferencias en su programación acerca de “La historia del arte en Teruel”, que está coordinado por Juan Carlos Calvo, uno de los jóvenes consejeros científicos del IET.
Desde el sábado 15 de marzo hasta el sábado 5 de julio, se celebrará una ponencia por mes, cinco en total, en diferentes espacios de la capital turolense. Además, cada encuentro mensual también se convertirá en un espacio de intercambio de estudios, ideas e inquietudes entre los investigadores jóvenes.
Actualmente, varios investigadores jóvenes, independientes o predoctorales, están explorando la evolución del arte en Teruel a través del tiempo, en concreto, desde la Edad Media hasta la contemporaneidad.
Calvo ha explicado que habría que remontarse a las décadas de los 70 y de los 80 para que una situación similar se diera, cuando los historiadores Ángel Novella, César Tomás Laguía (“Don César”), Cristina Esteras, Gonzalo Borrás y Santiago Sebastián enriquecieran la historiografía del arte turolense con sus monografías y artículos. La excepcionalidad de esta circunstancia, unida a que las nuevas averiguaciones no solo se queden dentro del ámbito académico, ha motivado la organización de este ciclo. En él, se dará a conocer qué es lo que se está investigando, quién está llevando a cabo la indagación, desde qué enfoque se aborda y qué metodología se sigue.
Como es habitual, la entrada será libre hasta completar los aforos y el público podrá interactuar con los conferenciantes tras sus intervenciones.
Las conferencias
Cinco expertos tomarán parte en las charlas, que tratarán temas relacionados con la escultura, la pintura o el paisaje urbano.
+ Sábado, 15 de marzo. Conferencia “Redescubriendo la colección del Museo de Arte Sacro de Teruel: la escultura de San Sebastián, de Geörg Stieger (1717)”.
La primera de las cinco conferencias propuestas tendrá lugar el sábado 15 de marzo, a las 18:00 horas, en el patio del Museo de Arte Sacro de Teruel.
El historiador Álvaro Cambra dará a conocer una de las joyas custodiadas en el Museo de Arte Sacro de Teruel: la escultura de San Sebastián, que la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Estrella, en la localidad de Cuevas de Almudén, depositó en 1999.
Su interés radica en ser una de las escasas obras autógrafas conservadas del artista italiano Geörg Stieger, concretamente, la más tardía (data de 1717) y la de menor tamaño.
El escultor escogió el momento en el que el santo, atado de pies y manos a las ramas de un árbol, está a punto de ser herido con flechas y se encomienda a Dios al elevar su cabeza hacia el cielo.
Además del estudio histórico-artístico de la pieza, Cambra prestará una atención especial a los modelos formales de los que Stieger bebió para tallarla y revisará el resto de la producción y de la vida del misterioso autor.
+ Viernes, 4 de abril. Conferencia “Francisco Moya: un escultor al servicio episcopal en el Teruel del siglo XVIII”.
El viernes 4 de abril, a las 17:30 horas, en la iglesia de San Andrés de Teruel, el especialista Juan Carlos Calvo hablará sobre las creaciones y la biografía del escultor turolense Francisco Moya y sorprenderá al público asistente desvelando algunos detalles inéditos de su trayectoria.
Francisco Moya destacó en el panorama escultórico turolense del siglo XVIII. Vinculado al obispo Francisco Pérez Prado, importante erudito y mecenas, desarrolló una brillante y prolífica carrera.
Se encargó de confeccionar los retablos titulares para diversas iglesias de la capital y de la provincia, siendo uno de los pocos artífices locales del momento que intentó acceder a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
Esa misma tarde, Calvo aprovechará para presentar el libro Francisco Moya. Un escultor al servicio episcopal en el Teruel del siglo XVIII, que recoge su Trabajo Fin de Máster en Estudios Avanzados en Historia del Arte. No solo recibió el Premio Extraordinario de este posgrado, sino también obtuvo la Mención de Excelencia de la Junta de la Facultad de Filosofía y Letras.
El texto recupera la figura de un imaginero poco estudiado hasta la fecha. Aparte de la historia vital y artística, analiza los programas iconográficos y las influencias italianas que Moya integró en sus retablos a raíz de conocer el tratado del jesuita Andrea Pozzo, un ejemplo de este influjo es el mueble principal de la iglesia de San Miguel de Teruel.
Esta monografía, que pone de relieve la importancia del arte del período barroco en todo el territorio aragonés, es el décimo número de la colección e_librosdeteruel del IET, una serie pensada y maquetada, sobre todo, para formato digital, aunque se imprime una tirada limitada de ejemplares en papel.
+ Sábado, 17 de mayo. Conferencia “Los espacios verdes en la configuración del paisaje urbano de la ciudad de Teruel entre 1833 y 1936”.
La tercera conferencia será el sábado 17 de mayo, a las 12:00 horas, en el salón de actos del Museo Provincial de Teruel.
El objetivo del ponente, Jorge Rodríguez, será examinar el proceso de construcción y evolución formal de las primeras zonas verdes en Teruel, unos espacios higiénicos destinados al ocio al aire libre que, a lo largo del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, contribuyeron a definir la imagen de la ciudad contemporánea.
+ Sábado, 14 de junio. Conferencia “Un relicario para la ciudad y la catedral de Teruel: el busto de Santa Emerenciana (1615-1616)”.
Al mes siguiente, el sábado 14 de junio, a las 18:00 horas, en la catedral de Teruel, el conferenciante Marc Millan profundizará sobre la fabricación, el significado y la influencia posterior del busto relicario de Santa Emerenciana, patrona de Teruel.
En 1615, se contrató al orfebre italiano Claudio Yenequi o Iennequi, afincado en Zaragoza, la realización de un busto de la mártir para la catedral de Teruel, donde guardar su cráneo y a través del cual promover su culto. La reliquia se había traído desde Roma en 1361 y se había conservado en una arqueta hasta entonces.
De las dos alternativas que el platero presentó, se eligió el modelo con brazos a la manera napolitana, el más innovador, puesto que no se contaba con ninguna pieza de características similares dentro del tempo. De hecho, fue una de las incorporaciones más relevantes al tesoro catedralicio turolense durante el siglo XVII.
+ Sábado, 5 de julio. Conferencia “Reconstruyendo la ciudad: la pintura de Teruel entre finales del Trescientos e inicios del Cuatrocientos”.
La primera edición del ciclo La historia del arte en Teruel se cerrará el sábado 5 de julio, a las 18:00 horas, en el patio del Museo de Arte Sacro de Teruel.
Allí, el doctorando Pablo Cercós explicará la paulatina reconstrucción de la ciudad de Teruel tras la guerra castellano-aragonesa, llamada la guerra de los Dos Pedros, uno de los conflictos más significativos de la Baja Edad Media peninsular, que se extendió desde 1356 hasta 1366.
Ese proceso se vio reflejado en la arquitectura y en la pintura. Gracias a la pujanza económica de la ciudad de Valencia desde 1370, entre otros motivos, la ciudad de Teruel creció económica y demográficamente.
Las comunidades de parroquianos y las familias más acaudaladas empezaron a promover la reforma de los templos religiosos, la construcción de diversas capillas y la dotación de los mismos: material, artística, con objetos para el culto como ropas sacerdotales, objetos de orfebrería, rejas para restringir el acceso a las capillas o retablos.
